ABC – 15/05/16
· ERC propone grabar más las rentas altas y reducir la tributación a los ingresos bajos.
· A su aire Desconcierto en el ejecutivo por las formas y aspiraciones de un Junqueras que va por libre.
Ningún otro campo de la política económica de un gobierno tiene más carga ideológica que el de la fiscalidad, y es por allí precisamente por donde el ejecutivo a dos de CDC y ERC en la Generalitat ha comenzado a crujir. En medio de las negociaciones para la aprobación de los presupuestos, y en un momento en el que la confrontación preelectoral invita a marcar perfil propio, el vicepresidente económico Oriol Junqueras (ERC) ha lanzado un órdago a su superior jerárquico, Carles Puigdemont, a cuenta de su propuesta de modificar la presión fiscal: hacia arriba en el tramo con mayores ingresos, hacia abajo en las rentas más bajas, una propuesta con tanto gancho electoral como difícil de aplicar atendiendo la precariedad de las cuentas de la administración catalana. Sin ir más lejos, hace pocos días los farmacéuticos volvían a denunciar un nuevo impago de la Generalitat.
La propuesta lanzada por el republicano trata de reequilibrar la muy peculiar manera con que se reparte el esfuerzo fiscal en Cataluña en su tramo autonómico del IRPF en función de la renta: por encima de la media española en los tramos con menos ingresos, por debajo en los más altos. Así, una vez aplicadas las deducciones, Cataluña es la comunidad donde con unos ingresos inferiores a 17.000 euros se paga más de IRPF, un 12%, dos puntos por encima de la media española. Otro tanto sucede con las rentas por debajo de los 40.000 euros, en este caso un punto y medio por encima de la media. Por contra, y es ahí donde se agarra ERC, en las rentas por encima de los 100.000 euros se paga, según el tramo, entre dos y cinco décimas menos que la media española.
El desequilibrio es terreno abonada para la confrontación ideológica, y ERC, intentanto ganarse el voto favorable de la CUP –que exige apretar a las rentas más altas–, deslizó que pretendía subir el IRPF a quien ingrese por encima de los 100.000 euros para, explicó luego, compensar en la medida de lo posible la merma de ingresos que supondría la reducción sobre las rentas más bajas. Junqueras sitúa el umbral en los 36.000 euros de ingresos, lo que llevaría a la Generalitat a perder entre 516 y 520 millones si el tipo medio para ese tramo se sitúa en la media española, como pretende.
La propuesta de la Consejería de Economía fue replicada, tanto desde el propio Govern, sector CDC, como desde el propio partido. El mismo Puigdemont aclaró que esa no era la postura de su Ejecutivo, a lo que el republicano respondió marcando territorio: «Economía lo llevamos nosotros y, por tanto, las propuestas económicas entendemos que merecen la confianza y el apoyo de todos». La alusión al «nosotros» en un gobierno que se supone de coalición es muy indicativo sobre las formas y aspiraciones de un Junqueras que va por libre.
Que decida el Parlament
El republicano, evitando las estridencias, en un discreto segundo plano en los aspectos más polémicos, se configura como el verdadero hombre fuerte en el seno del Ejecutivo. Ante la imposibilidad de consensuar una postura unitaria en el Gobierno, la última propuesta de ERC anticipa más confrontación: que decida el Parlament.
ABC – 15/05/16