EL MUNDO 06/04/16
· Junts pel Sí y la CUP pactaron ayer in extremis una fórmula que evita explicitar que se desobedecerán las decisiones del Tribunal Constitucional (TC), como pedían los anticapitalistas. Finalmente, la moción acordada «reitera los objetivos» de la resolución soberanista del último 9 de noviembre, que el TC suspendió, pero no insta al Govern a desacatar su anulación.
El texto pactado permite a Junts pel Sí –la coalición de Convergència y Esquerra– y la CUP alcanzar una tregua en la pelea por el control de los tiempos del procés que mantienen desde el inicio de la legislatura. La Mesa del Parlament, con mayoría de Junts pel Sí, había advertido a los anticapitalistas de que si no llegaban a un acuerdo la moción no llegaría a votarse en la Cámara.
La moción original de la CUP también «reiteraba» la declaración del 9 de noviembre, pero «en cumplimiento de la misma» se instaba a «no atender» el contenido de la sentencia que la suspende. El nuevo texto constituye otro ejemplo de la inventiva retórica de los partidos catalanes: «El Parlament, dado el mandato democrático surgido de las urnas el 27-S y ante las actuaciones del Estado, a través del TC, Audiencia Nacional y Fiscalía, de judicialización y persecución de los actos consecuentes con este mandato democrático, ratifica su firme voluntad de seguir llevando a cabo las actuaciones previstas y aprobadas por este Parlament para alcanzar y culminar democráticamente la independencia, y por todo esto, el Parlament reitera los objetivos contenidos en la declaración del 9-N».
En la nueva moción, que se votará mañana, se mantienen en cambio otros puntos polémicos. Sobre todo dos: el que «alienta a los cargos electos a seguir desatendiendo las peticiones de las instituciones no democráticas del Estado» –ayer mismo, la alcaldesa de la CUP de Berga se negó a declarar ante la juez por no retirar la estelada en las jornadas electorales– y el que «insta al Govern a desatender los requerimientos de la Audiencia Nacional relativos al proceso de desconexión democrático, y, en consecuencia, que los Mossos no los ejecute como policía judicial». Como no hubo acuerdo en estas materias, Junts pel Sí votará en contra.
La oposición no encajó bien que hubiera acuerdo y que la moción vaya a votarse. Carlos Carrizosa, diputado de Ciudadanos, subrayó la «dejación de funciones» de los miembros de la Mesa de Junts pel Sí al permitir la admisión a trámite de una moción contraria a la resolución del Constitucional.
También el PP instó a la Mesa a «asumir su responsabilidad» y el PSC calificó la decisión del órgano, controlado por Junts pel Sí, de «poco seria». En opinión del diputado socialista Ferran Pedret, la moción «no es admisible».
Joan Coscubiela (de Catalunya Sí que es Pot, la marca con la que concurrió Podemos) denunció la «degradación ostentosa, intolerable y lamentable» que hacen Junts pel Sí y la CUP del Parlament, por usarlo como escenario para dirimir sus «rifirrafes».
EL MUNDO 06/04/16