EL MUNDO – 28/08/15
· Recuperará los ataques a Aznar durante la campaña, y Podemos y PSOE recuerdan los pactos de CiU con el PP.
La candidatura conjunta de Convergència y Esquerra a las elecciones del 27-S, Junts pel Sí, aún no ha presentado su programa, pero ya tiene un argumentario de campaña. El texto, de apenas cuatro páginas, depara algunas sorpresas: dice que los recortes sociales sólo se acabarán con un «Estado propio» y defiende el papel de Artur Mas como un gran luchador contra la corrupción, a pesar de su larga relación en el pasado con la familia Pujol.
El presidente de la Generalitat, que es candidato a la reelección pese a que ocupa el número cuatro de la lista, es el protagonista del párrafo más controvertido del argumentario. Durante la campaña, los integrantes de Junts pel Sí sostendrán que Mas «está preparado para el liderazgo de la etapa excepcional» que se abrirá con la victoria independentista, entre otras cosas porque «su trayectoria y la reacción clara y sin paliativos ante los casos de corrupción que se han producido nos muestra su voluntad inequívoca de combatir la corrupción y regenerar la democracia».
También se dice del presidente catalán, que no logró su objetivo de concurrir junto a ERC hasta que amenazó a Oriol Junqueras con aplazar las elecciones y aceptó no encabezar la candidatura, que «goza de prestigio internacional, ha escuchado el clamor del pueblo y ha asumido todos los riesgos necesarios para llegar hasta aquí».
La mano de Esquerra, en un texto que en muchos momentos reproduce los argumentos de Convergència y el Govern, sólo se nota en las alusiones a las mejoras sociales que traería la independencia. «Sin herramientas de Estado no se pueden hacer las políticas sociales que nuestro Estado del Bienestar necesita: la manera de acabar con los recortes es con un Estado propio», sostiene.
El otro gran eje del argumentario es José María Aznar. El documento cita en varias ocasiones al ex presidente del Gobierno como epítome de los males que amenazan a Cataluña. «Si gana el no [a la independencia], la España de Aznar se sentirá más fuerte que nunca», recoge. En su voluntad de plantear el 27-S como un plebiscito sobre la secesión, Junts pel Sí afirma que «todo lo que no sea un voto al sí será contado como un voto al no», y que «el no es la victoria del PP menos democrático, que recogía firmas contra los catalanes, y es aumentar los maltratos a Cataluña».
Por lo demás, el texto es poco audaz con respecto a lo que supondría una victoria de la opción independentista en las elecciones. Pese a que Convergència y ERC pactaron hasta un calendario para propiciar la ruptura en pocos meses, y pese a que ambos partidos dieron por superada la reivindicación de una consulta, el documento no habla explícitamente en ningún momento de independencia. Además, durante la campaña se defenderá que «una victoria del sí no es una declaración unilateral de independencia, es un sí a decidir nuestro futuro democráticamente».
El argumentario incluye también varias de las premisas habituales del soberanismo, como la «injusticia del déficit fiscal» y de la falta de infraestructuras, o la recentralización que a su juicio está impulsando el PP.
Los otros partidos que concurren en coalición a las elecciones, Podemos e ICV, reaccionaron ayer al texto. El candidato de Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell, recordó la estrecha relación que durante años mantuvieron Convergència y el PP, y se sorprendió de que el ataque a este partido vaya a ser uno de los ejes de la campaña de Mas.
«No sabemos si reír o llorar. Los del Pacto del Majestic no fuimos nosotros, fue Pujol; quien invistió a Aznar como presidente no fuimos nosotros, fue Convergència. Nosotros éramos los de las huelgas generales contra Rajoy», recordó.
La ex ministra socialista Carme Chacón afirmó que Mas y los suyos «toman a los catalanes por estúpidos». Y el diputado del PSOE Germán Rodríguez también recordó el apoyo de CiU a las dos investiduras de Aznar y el aval de la federación nacionalista a siete de sus Presupuestos Generales, incluidos tres en los que el PP tenía mayoría absoluta.