EL MUNDO – 29/12/15
· La coalición Junts pel Sí se desentendió ayer del empate en el que acabó la asamblea de la CUP y emplazó a los radicales a tomar una decisión sobre la investidura del president de Cataluña sin mejorar su oferta de un plan social ni retirar la candidatura de Artur Mas.
El insólito empate que se vivió el domingo en la asamblea de la CUP sobre la investidura de Artur Mas no ha provocado ningún cambio en el bloqueo que vive una Cataluña que ha superado su tercer mes con un Govern en funciones.
Llamada por el partido antisistema a mover ficha para decantar la balanza, la coalición de Junts pel Sí (JxSí) se enrocó ayer en su postura y rechazó realizar una nueva oferta. Es decir, que la reelección de Mas como president de la Generalitat y un plan de choque social inconcreto y sin una financiación clara siguen siendo las únicas cartas que tiene sobre la mesa la CUP. El día 2 de enero está previsto que sea el Consejo Político de los antisistema, donde votarán unas 70 personas de diversos colectivos, el que decida cómo solventar el inesperado empate a 1.515 votos que evidenció una división interna cuya resolución carece de augurios claros.
La breve reunión que ayer por la tarde mantuvieron en el Parlament los negociadores de JxSí y la CUP tampoco sirvió para avanzar en ningún sentido. Con la cada vez más cercana fecha límite del 10 de enero para que se convoquen elecciones de nuevo, JxSí rechazó abiertamente asumir la responsabilidad de la situación y advirtió a la izquierda radical de que el «desempate» es su responsabilidad.
El cabeza de lista de JxSí, Raül Romeva, se limitó a recordar en la Cámara catalana que el empate significa que su oferta a la CUP «no ha sido rechazada», por lo que emplazó a esperar hasta el 2 de enero para que sean los antisistema quienes «den una respuesta» a la situación de bloqueo. Cuestionado sobre en qué dirección se moverá JxSí en caso de que Mas sea finalmente rechazado, Romeva eludió dibujar ningún escenario. Una vez se conozca la decisión definitiva de la CUP, sostuvo, la coalición donde conviven CDC y ERC decidirá si está en disposición de realizar una nueva oferta. Para un sector de la CUP, sólo eliminar de la ecuación a Mas serviría para lograr el desbloqueo. El otro escenario serían unas nuevas elecciones autonómicas que se celebrarían en marzo.
Ante la situación de incertidumbre, la Mesa del Parlament decidió ayer poner fecha a los debates de investidura para la semana que viene en caso de que la CUP apoye finalmente a Mas. Según ese calendario preventivo, el 4 de enero el president en funciones realizaría su discurso de investidura. La primera votación, para la que necesitaría al menos seis de los 10 votos de la CUP para alcanzar la mayoría absoluta, será el día 5. En caso de fracasar, Mas buscaría el 7 de enero la mayoría simple, que marcarían dos votos a favor de la CUP y ocho abstenciones.
La calma que ayer se esforzó en evidenciar JxSí fue imitada por el propio Mas. Durante la inauguración de una nueva cárcel en El Catllar (Tarragona), el president en funciones admitió que existe entre sus filas «nerviosismo e inquietud». Sin embargo, utilizó la inauguración del centro penitenciario para demostrar cierta normalidad y evidenciar que la Administración y el el Govern «funcionan». Menos sosiego demostró, en cambio, el número dos en el Congreso de Democràcia i Llibertat Carles Campuzano, quien en la red social Twitter tachó de «ridícula» la asamblea de la CUP y emplazó a JxSí a buscar otros socios de gobierno o a adelantar elecciones.
El impasse en el que JxSí y la CUP mantienen el gobierno de Cataluña fue ayer nuevamente criticado por todos los partidos de la oposición. La presidenta del grupo parlamentario de Ciudadanos, Inés Arrimadas, exigió a Mas dar por acabada la negociación con la CUP, convocar nuevas elecciones y asumir que «su carrera política ha terminado». El líder del PSC, Miquel Iceta, lamentó que Mas haya convertido la Presidencia de la Generalitat en un conflicto y le reclamó que «rectifique» un planteamiento de legislatura «profundamente erróneo» al basarla, únicamente, en obtener la independencia. Catalunya Si que es Pot –marca catalana de Podemos– se aferró, en cambio, a la oferta de Pablo Iglesias de celebrar un referéndum en Cataluña en el plazo de un año como la única salida a la situación. El PP reclamó la celebración de elecciones anticipadas.
EL MUNDO – 29/12/15