Justicia retroactiva

· Con la sentencia de la Corte de Estrasburgo, ratificando la ilegalizacion de ANV, avalando así la decisión del Tribunal Supremo en 2008, que ha contrariado lógicamente a una izquierda abertzale tan acomodada ya en sus siglas de Amaiur y EH Bildu, se vuelve a reactivar el debate sobre la Ley de Partidos. El portavoz heredero de la vieja Batasuna en el Parlamento vasco la definió ayer como un «procedimiento que hoy en día esta muerto». Calificaba la sentencia del tribunal europeo como «el último estertor» arrojando tierra sobre la iniciativa que propició, hace cuatro años, la expulsión de las instituciones de aquellas formaciones políticas que apoyaran o justificaran la violencia.

Fue su ‘requiescat in pace’ mientras el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka ponía le venda antes de la herida expresando su deseo de que la sentencia se quede «en pretérito y no vaya a condicionar el futuro». Un deseo que refleja el temor a que se desempolve un debate que estaba dormido desde que ETA ha dejado de aterrar a los ciudadanos inocentes y sus marcas institucionales han logrado formar parte del paisaje democrático sin haber superado, aún, la prueba del algodón de repudiar su abominable historia.

Ademas de destacar que esta formación había sido financiada por la organización terrorista, el hecho de que ETA y Batasuna asumieran como propios los resultados obtenidos por ANV se resalta en la sentencia del Tribunal europeo como uno de los factores determinantes para considerar que su legalización quedaba sobradamente justificada. Podremos comprobarlo en las próximas semanas si el juez, a instancias de la Fiscalía de la Audiencia Nacional investiga al senador autonómico propuesto por EH Bildu, por su presunta pertenencia a ETA. Se volverá a debatir sobre la necesidad de que se haga justicia y se proteja el recuerdo y la dignidad de las víctimas, aunque ETA permanezca durmiente.