El secretario de Organización de CSIF en el Consistorio y delegado sindical en la Guardia Urbana, Eugenio Zambrano, denunció que las concejales presuntamente le insultaron y amenazaron con expresiones como «portavoz de mierda de la Guardia Urbana», «policía de mierda» o «torturador», mientras le daban patadas en las piernas y golpes bajos en el abdomen y las costillas. Por todo ello, Zambrano presentó un parte de lesiones ante el juez por contusiones en las piernas y otras partes del cuerpo.
La otra denunciante es una delegada sindical de Correos que aseguró haber recibido «puñetazos en la espalda y empujones» y padece una contractura muscular, por lo que tuvo que llevar el brazo en cabestrillo.
CSIF ha presentado un recurso ante el juzgado para que se suspenda este juicio de faltas y las concejales de la CUP sean imputadas por un delito de atentado a la autoridad con resultado de lesiones. «Sabían que era un agente de policía mientras me amenazaban», explicó Zambrano en referencia al momento de la agresión. «Yo me identifiqué y les dije que estaban cometiendo un delito, sin que desistiesen en su acción», señaló. El sindicato solicita también que les imputen el delito de maltrato por la presunta agresión a la otra denunciante.
El pasado 1 de diciembre, antes de que el concejal de la CUP Josep Garganté acudiese a un juicio por presuntas coacciones del que fue absuelto, se enfrentaron ante los juzgados un grupo que apoyaba al regidor, entre los que había representantes del partido antisistema y otras organizaciones, y miembros de varios sindicatos de la Guardia Urbana de Barcelona y otros delegados y agentes que censuraban la actitud beligerante de la CUP contra la Policía.