EL MUNDO 14/10/16
FERNANDO LÁZARO
SE sentará en el banquillo acusado de desobediencia y prevaricación por el Tribunal Superior de Cataluña. Eso sí, elude la malversación de caudales públicos, con lo que evita la pena de cárcel. Pero Artur Mas y sus más estrechos colaboradores se sentarán en el banquillo. ¿Volverán a lanzar mensajes, con dinero público, contra la Justicia? ¿Harán nuevos llamamientos para impedir físicamente que se produzca el proceso al hipermegalíder de los rupturistas sentado como un vulgar ciudadano en el banquillo de los acusados? ¿Pedirán al Papa su santificación por soportar la presión de un Estado tan malísimo como éste? Me temo que nos tocará asistir a un agitado calendario de provocaciones en el que aquellos que dicen ser mayoritarios convertirán el juicio en otra ilusión mítica. Después de ver al teniente de alcalde de Badalona romper un escrito de un juez en el que le prohibía ciscarse en la Fiesta Nacional, es muy probable que, al estilo de la kale borroka, los mal llamados soberanistas la vuelvan a liar… y con dinero público.