¿Alguien cree que Koldo actuaba solo? ¿Será Ábalos el cortafuegos, como pretende Ferraz, para evitar que el escándalo de las ‘mordidas’ millonarias en plena pandemia acabe salpicando a un Pedro Sánchez en horas cada vez más bajas?
«Todo el que conozca cómo actuaba Koldo (García Izaguirre), sabe que lo hacía porque se sentía amparado por su amigo José Luis (Ábalos Meco). Y es más: creció a la sombra de Santos Cerdán, hasta que lo traicionó por el luego ministro, y compartió fotos con Pedro Sánchez, quien lo elogió tanto en redes como en su ‘Manual de Resistencia’. ¿Cómo, sin esos padrinos, va a llegar a asesor de Renfe un exportero de discoteca? Ahora, no le conoce nadie…».
Un antiguo dirigente del PSOE madrileño no duda ahora en asegurar que «por todo ello, el ‘caso Koldo’ es, en realidad, el ‘caso Ábalos’ y acabará teniendo consecuencias y siendo el ‘caso Sánchez’, por mucho que ahora quieran poner tierra de por medio».
El caso del ‘proveedor de confianza de Ábalos’, la empresa Soluciones de Gestión que se lucró en la pandemia cuando morían miles y miles de personas, estábamos encerrados en casa y Pedro Sánchez aseguraba en su aló presidente de los sábados que «saldremos más fuertes”, sin saber que los que saldrían más fuertes y forrados eran gentes de su entorno como Koldo, fue desvelado por Vozpópuli.
Ábalos y los contratos millonarios
Este periódico denunció el 14 de abril de 2020 que el Ministerio de Transportes «ordenó a Puertos del Estado la compra de 8 millones de mascarillas». Y se desvelaba: «Lo sorprendente es que la compra de ese cargamento se ha adjudicado a Soluciones de Gestión y Apoyo de Empresas S.L, una sociedad sin experiencia directa en la adquisición de material sanitario». Al frente del Ministerio de Transportes estaba Ábalos. Como consejero de Puertos del Estado había colocado a su amigo Koldo.
Anticorrupción acabará anotando en su querella de junio de 2023 que la firma que Soluciones de Gestión «fue adjudicataria en el año 2020 de ocho (8) contratos para el suministro de material sanitario mediante el procedimiento de negociado sin publicidad y con carácter de emergencia, que alcanzaron una cuantía próxima a los 54 millones de euros». Una empresa sin experiencia y que como denunció este medio, llevaba años sin facturar.
«En el año 2020, los ingresos de esta compañía, como consecuencia de la adjudicación de distintos contratos de suministro de material sanitario, se dispararon hasta superar los 54.000.000 € (54.530.403,45), volviendo a decaer en el ejercicio siguiente (2021) hasta los 845.670,14 €» dice la querella.
Gracias a los contactos de Koldo y su relación con Ábalos, la empresa Soluciones de Gestión –como igualmente desveló en solitario este medio- obtuvo millonarios contratos a dedo del Gobierno canario –presidido por el hoy ministro Torres- y del balear –que presidía la hoy presidenta del Congreso y fiel servidora de Pedro Sánchez, Francina Armengol-. Además, Marlaska adjudicó de urgencia y sin publicidad –porque se lo recomendó Ábalos, como publicó Vozpópuli- otro millonario contrato con Interior.
Hasta Salvador Illa coló a Soluciones de Gestión en el megacontrato de Sanidad de 2.500 millones y ninguna CCAA ni Ayuntamiento le adjudicó contrato alguno. Ábalos, Illa, Armengol, Marlaska, Víctor Torres… ¿Todos salpicados menos Pedro Sánchez, aunque sea por omisión?
Durante todo este tiempo en que Vozpópuli siguió denunciando el escándalo del proveedor de confianza de Ábalos, el Gobierno de Pedro Sánchez respaldó por escrito y hasta en 7 ocasiones la «experiencia» de la empresa adjudicataria. Negando que hubiera trato de favor en plena pandemia.
La judicialización del caso y la querella de la Fiscalía Anticorrupción en junio de 2023 permitió, con orden del juez, someter a escuchas a Koldo, el «aizkolari» del socialismo que custodió los avales de su sanchidad, a su mujer –también colocada como ayudante de secretaria en el ministerio de Ábalos– y sus presuntos compinches, así como balizar la lujosa flota de coches y motos de la trama.
Koldo, el amigo de Ábalos que llegó a consejero de Renfe pese a que no sabe distinguir «a ver» de «haber«, como demuestran sus redes sociales, se embolsó –según Anticorrupción- más de 1,5 millones en presuntas comisiones en los cinco meses posteriores a los contratos. Y lo blanqueó comprando pisos en Polop y Benidorm a nombre de su mujer y su hija menor, con transferencias y retirando dinero en efectivo. Algunos, efectivamente, salieron más fuertes de la pandemia.
¿Se puede creer alguien que Koldo, exportero en una discoteca de mala reputación, y que llegó a consejero de Renfe o Puertos del Estado, lo hizo todo a espaldas de su padrino? Este periódico ha vuelto a desvelar en exclusiva el auto del juez en el que se recogen algunas de las escuchas a la trama. «Esto era un favor que le estaba pidiendo tu vecino (Koldo)… él y su exjefe… y parece ser que el otro ha dicho que sí… porque le han dado otro favor a cambio», reza una de las conversaciones.
El próximo en caer será el propio Ábalos para intentar que el escándalo no salpique a Pedro Sánchez. El problema es si será suficiente y si el exministro callará. La corrupción llevó a Sánchez al poder y la corrupción –cuando la gente moría en plena pandemia- puede darle la puntilla
¿Quién es su exjefe? Evidentemente, todas las miradas llevan a José Luis Ábalos Meco. Tras la publicación de esta conversación por Vozpópuli, el silencio en el PSOE empezó a desmoronarse. María Jesús Montero y Margarita Robles, con cuitas pendientes hacia el exministro y exsecretario de Organización socialista, todopoderoso en Ferraz y Moncloa hasta que en julio de 2020 fue defenestrado por Sánchez –«¿Sabes que te tienes que ir, verdad?«- ya han empezado a reclamar en público su cabeza.
Koldo ya no es militante del PSOE porque no pagaba su cuota. Su mujer, detenida en la operación, ha sido expulsada del partido. Que nadie dude que el próximo en caer será el propio Ábalos para intentar que el escándalo no salpique a Pedro Sánchez. El problema es si será suficiente y si el exministro callará. Ha estado siempre muy cerca de Sánchez y sabe mucho. La corrupción llevó a Sánchez al poder y la corrupción –cuando la gente moría en plena pandemia- puede darle la puntilla.
PD: Como tantas otras veces -esta misma semana, la Justicia ha desestimado íntegramente la millonaria querella de Plus Ultra contra Vozpópuli por sus exclusivas sobre su rescate, condenando en costas a la compañía aérea- la prensa libre ha ido por delante en la denuncia de la corrupción que, casi cuatro años después, sale a la luz. Gracias a los compañeros que lo han hecho posible: Alberto Sanz, Gonzalo Araluce, Rubén Arranz, Gema Huesca y quienes, sin firmar, están al pie del cañón en la redacción.