- Cuántos chistes desaprovechados. Qué gags habría preparado David Broncano si Koldo, Ábalos, Begoña, el hermano o Ángel Víctor Torres hubieran sido del PP…
La historia está llena de episodios heroicos. El 9 de mayo de 1941, el subteniente de la Royal Navy David Balme abordó el submarino alemán U-110 después de que su tripulación lo abandonara.
Corría un serio riesgo, porque el U-Boot estaba a punto de hundirse. Había sido dañado por cargas de profundidad, y al emerger había sido rematado por los cañones de los destructores británicos.
Pero el valor de Balme mereció la pena: además de valiosa documentación, encontró una máquina Enigma en perfecto estado que los marineros alemanes, convencidos del inminente hundimiento, no habían tenido tiempo de destruir.
Esta era la carrera en la que estaban empeñados los aliados, en descifrar los códigos con los que las potencias del Eje encriptaban y transmitían sus mensajes. La decisiva victoria de Midway debe mucho a Joseph Rochefort, que acababa de descifrar el código JN-25 que empleaba el almirantazgo japonés.
Para cuando los japoneses se dieron cuenta de que tenían ciertas fisuras de seguridad, no sólo habían perdido su flota en Midway, sino al propio almirante Yamamoto, emboscado por unos cazas americanos.
Desde luego sería difícil confundir a Koldo García con un oficial de la Kriegsmarine, y es prácticamente imposible imaginar al almirante Yamamoto hablando de chistorras y de lechugas en sus comunicaciones con sus oficiales.

Mensajes de WhatsApp entre Ábalos y Claudia Montes, Miss Asturias 2017.
Y esta es la cuestión: la España actual parece inmune a la épica, y en cambio estamos encallados en el sainete y el astracán. ¿Es más bien Berlanga o Santiago Segura? La trama chusca es difícil de seguir ante la avalancha de información, así que conviene hacer un resumen.
Pedro Sánchez habla sin parar de la «emergencia climática», pero todo parece indicar que Koldo, Ábalos y otros miembros del PSOE (y posiblemente también el partido) se llenaron los bolsillos con el petróleo.
El negocio principal consistía en traer barcos de Venezuela (pasando por República Dominicana para disimular) para refinarlo en España. Cómo sería la cosa que el ministro Ángel Víctor Torres mantuvo conversaciones con Koldo para instalar una refinería en Canarias, porque así las chistorras y las lechugas serían de proximidad.
El ministro, al que se le va poniendo cara de imputado por momentos, ya apareció en conversaciones con Koldo durante la pandemia, cuando la compra de mascarillas era un próspero negocio.
El magistrado Leopoldo Puente, que instruye el caso en el Supremo, más fino que Koldo y Ábalos en sus comunicaciones, ha dicho que entre los patrimonios de ambos existían «significativas zonas de intersección».
Con esto quiere decir que Koldo se encargaba regularmente de realizar pagos que correspondían a Ábalos, incluida la pensión alimenticia de uno de sus hijos y la empleada doméstica. También se encargaba de hacer regalos y entregas de dinero a (ejem) amigas íntimas del exministro, entre ellas Ofelia Stoica y Vanderleia Aparecida de Oliveira.
¿No es maravilloso? «Si aún me pudiera deducir de la renta estos donativos, jajaja», dice Ábalos en uno de sus correos.
«Tú eres la polla, jajaja», contesta Koldo.
Y todo así.
Hace unos días, Miss Asturias denunció que unos audios lujuriosos de Koldo estaban dirigidos a ella, pero ahora la UCO desmiente a la Miss y afirma que los audios eran, en realidad, para su exmujer (no sabemos si entonces era ex, o si lo es precisamente a consecuencia de los audios).
Ahora Koldo pretende demandar a la Miss, y ha pedido que le devuelvan los móviles para demostrar que él es rijoso, pero selectivo.
Pero la cuestión es ¿dónde están los humoristas? Tenemos RTVE llena de ellos, y disfrutan de contratos suculentos ¿Por qué están tan callados?
Se trata de una pregunta retórica, claro, pero en todo caso deben ustedes compadecerse de los chistosos del régimen. Imaginen lo mal que lo tienen que estar pasando, con tanto material a su disposición que no pueden usar.
Visualicen a Broncano mordiéndose la lengua para no hacer chistes de lechugas y chistorras que, para colmo, riman con chirimoyas. Imaginen el sketch que hubiera podido hacer Wyoming: un ministro del PP pide «folios» (esta es otra de las palabras encriptadas que usaba Ábalos para pedir dinero) y de repente un despistado le trae folios de verdad, ja, ja.
Cuántos chistes desaprovechados con un nombre tan prometedor como Vanderleia Aparecida de Oliveira. Ay, qué gags habría preparado Inés Hernand si Koldo, Ábalos, Begoña, el hermano o Ángel Víctor Torres hubieran sido del PP…
En realidad esa es la cuestión que debería plantearse Sánchez: decir que Koldo era un submarino (como el U-110) del PP. Yo creo que su electorado está ya lo suficientemente macerado en propaganda como para aceptarlo sin pestañear, y los humoristas oficiales lo agradecerán