EL MUNDO – 14/09/14
· Forcadell conmina al ‘president’ tras sus titubeos un día después de la Diada.
· «Votaremos en las mejores condiciones, porque las pondremos nosotros», le espetó.
La Asamblea Nacional Catalana (ANC) sigue apretando a Artur Mas para que no ceda en el pulso independentista con Madrid. Después de que el president se expresara con ambigüedad anteayer sobre qué ocurrirá el 9 de noviembre, al resaltar que las condiciones del referendo no dependen del Govern, la presidenta de la ANC, Carme Forcadell, atribuyó ayer al bloque soberanista el poder de dictar las reglas de la votación. De ese modo, continúa empujando al mandatario catalán a desoír el veto que se augura del Tribunal Constitucional.
«Tenemos claro que votaremos en las mejores condiciones, porque las condiciones las pondremos nosotros. Tenemos que ser capaces de ponerlas, ése es el reto», expresó la número uno de la entidad organizadora de la gran manifestación del jueves en Barcelona. En Arenys de Munt, pueblo fetiche del secesionismo, donde ayer se conmemoró el quinto aniversario del primer simulacro de referéndum por la autodeterminación, Forcadell recriminó que se especule sobre posibles escenarios ante la probable prohibición de la consulta y urgió a dejar claro que, dicte lo que dicte el Constitucional, es irreversible que las urnas estén presentes el 9-N.
«Pedimos a nuestros representantes que sean dignos del pueblo que los ha votado y que no se arruguen el 9 de noviembre. Que pongan las urnas y nos dejen votar», apremió la líder de la Asamblea, repitiendo la petición con la que coronó su discurso durante la Diada. En ese sentido, Forcadell trasladó la presión «de demostrar que están a la altura del pueblo que los ha elegido» a los dirigentes de los partidos soberanistas y, en especial, a Mas: «El pueblo salió a la calle en la Diada y todos juntos convocamos la consulta. Sólo esperamos la convocatoria de nuestro presidente y sólo esperamos que el 9 de noviembre hagamos lo que queremos, que es nuestro derecho, votar y decidir nuestro futuro».
Quien apeló a encarar con optimismo las semanas que se avecinan fue la otra cara visible de la movilización independentista, la presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Casals: «Dejemos de ser asustadizos, hemos sido un pueblo castigado, pero ya basta. Hagamos una lectura optimista, somos muchos, lo vimos en la Diada».
Como publicó este diario, la ANC presentó ayer una declaración en la que propugna que las fuerzas que abogan por el derecho a decidir unan esfuerzos con vistas a «acabar de construir la unidad de acción, política y social que asegure la consulta y conduzca al proceso posterior hasta la constitución del Estado catalán independiente, si así lo decide democráticamente el pueblo de Cataluña».
Para la entidad, la Generalitat se ve obligada a celebrar el referendo «en el marco legal catalán» por culpa de las instituciones del Estado: «Ha sido la negativa española a interpretar favorablemente el marco constitucional la que ha roto el pacto democrático al que se había llegado para superar el franquismo».
A su vez, el documento recoge que los cerca de 700 ayuntamientos afiliados a la Associació de Municipis per la Independència organicen plenos extraordinarios al día siguiente de que Mas firme el decreto de la consulta para darle apoyo.
Para alejar la imagen que dio Mas de flaqueza tras el llamamiento de la ANC y la convocatoria de la Via Catalana, el portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull, manifestó que a su formación «no le temblarán las piernas para defender la democracia». Aludió en sus declaraciones a la advertencia del fiscal general del Estado, que el viernes apuntó que se podría aplicar el Código Penal si se insiste en convocar la consulta del 9-N, pero también intentó trasladar el problema al campo contrario, al Gobierno, a quien pidió que «no se erija como juez» por insistir en la ilegalidad de la futura Ley de Consultas» y de la convocatoria del 9 de noviembre cuando el Govern sí cuenta con «el aval del Consejo de Garantías Estatutarias». Pese a que el dictamen jurídico no es vinculante y además se resolvió con una disputada votación que dividió a los miembros del órgano consultivo catalán, el Govern se aferra a su beneplácito legal para seguir adelante con su hoja de ruta.
En la misma línea se pronunció el portavoz del Govern, Francesc Homs. «En Cataluña, las cosas se están haciendo muy bien desde el punto de vista de la legalidad», asegura apelando al fallo del Consejo de Garantías Estatuarias. Homs señaló que «empieza a preguntarse» si no será el Gobierno español el que está incumpliendo la ley.
Para el portavoz del Govern, «que el Gobierno español tenga como única respuesta refugiarse en una interpretación distorsionada de la ley, porque en realidad es lo que hace, es algo inquietante, ya que la obligación de un gobernante es estar atento a lo que expresa la población», subrayó.
La acometida de la Asamblea Nacional para forzar a Mas a no echarse atrás coincidió en el tiempo con la difusión de una carta enviada por el nuevo secretario general del comité de gobierno Unió, Ramon Espadaler, a la militancia. En su misiva, Espadaler insiste en la necesidad de que la consulta se celebre pero hace hincapié en que debe reunir las condiciones de legalidad que la legitimen. Asimismo, el dirigente de Unió recuerda que la formación federada con Convergència postula un «modelo confederal» de Estado y, por tanto, no la independencia, aunque invita a debatir esta cuestión para decidir la postura ante la segunda pregunta de la consulta del 9-N.
EL MUNDO – 14/09/14