EL MUNDO – 09/07/15
· Convergència está cada día más sola. Si hace unas semanas Artur Mas propugnaba su llista amb el president (lista con el presidente) para las elecciones del 27-S e instaba a las entidades sociales soberanistas –Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y Asociación de Municipios por la Independencia– a liderar el proceso con el apoyo de su partido, ahora el president está viendo cómo todos lo abandonan para apoyar la propuesta de lista única y sin políticos que defiende Esquerra. La última, ayer, la ANC, principal entidad soberanista y hasta ahora gran aliada de Mas.
Entre la propuesta de la lista paraguas que pretende encabezarArtur Mas y la contrapropuesta de Oriol Junqueras de elaborar una candidatura sin políticos en activo, ya el pasado fin de semana Òmnium se decantó por la segunda opción, pidiendo una lista compuesta en exclusiva por la sociedad civil y apoyada por los partidos que compiten por liderar el proceso soberanista, Convergència y Esquerra.
Tras la elección hecha por Òmnium, ayer llegó la de la ANC y, para desgracia de Mas, en el mismo sentido.
La Asamblea Nacional Catalana aprobó impulsar esta lista unitaria soberanista «sin políticos en activo» y con la que se pretende alcanzar «la máxima transversalidad y unidad para dar un sentido plebiscitario a las elecciones del 27 de septiembre».
De esta forma, tanto Òmnium como la Asamblea aceptan el órdago de Mas para liderar una candidatura y «hacer del 27-S un plebiscito ganador», pero imponen unas condiciones que no han sentado bien en Convergència.
La Asamblea indicó que pretende aglutinar todas las «sensibilidades ideológicas de la sociedad» y exigió superar «el debate propio de unas elecciones autonómicas», con pugnas entre partidos. Por eso, la entidad considera que el carácter plebiscitario de los próximos comicios necesita de una candidatura especial. «La lista por la independencia tiene que reflejar la máxima unidad de las fuerzas soberanistas y de la sociedad civil», indican desde la ANC, y recuerdan que «esta propuesta ganadora contemplará todos los pasos a desarrollar para que el proceso continúe con la máxima seguridad jurídica y alcance el reconocimiento internacional de Cataluña como Estado independiente».
La intención de las entidades soberanistas es que tras ganar por mayoría las elecciones del 27-S se nombre un Gobierno de concentración formado por todas las fuerzas políticas soberanistas y con el único objetivo de lograr la independencia en poco tiempo. Después se celebrarían otros comicios para crear otro Parlamento, que sería ya el de una República catalana. La ANC mantiene contactos con Òmnium y la Asociación de Municipios por la Independencia para consensuar esta propuesta, además de reuniones con partidos.
En el ámbito político, el tercer partido soberanista, la CUP, tampoco está con Mas. Sus diputados en el Parlament anunciaron el martes que están abiertos a una lista civil del bloque soberanista porque consideran que se trata de unas elecciones excepcionales. Ayer mantuvieron una reunión el líder de la formación en el Parlament, David Fernàndez, y el president, pero no hubo cambio de parecer: la CUP se alinea con ERC y demanda una candidatura sin políticos, para convocar meses después unas «elecciones constituyentes» para que los partidos confronten entonces programas políticos.
Sobre la lista única, el coordinador general de Convergència, Josep Rull, insistió ayer en que debe contar con «activos» como Artur Mas. Es decir, políticos. Rull recordó que las elecciones del 27-S se plantean como un plebiscito por la independencia y que más tarde se podrá «recuperar la pluralidad política» en el bloque soberanista para gobernar.
El coordinador de Convergència, que reconoció contactos con otras formaciones y entidades, añadió que «la unidad no sólo suma, sino que multiplica», y destacó que Mas podría ser considerado un político «no en activo», ya que ha anunciado su voluntad de no volver a presentarse tras los comicios autonómicos.
EL ‘PRESIDENT’: ¿POR QUÉ SE NEGOCIÓ CON ETA Y NO CONMIGO?
Reclama diálogo. Artur Mas reprochó ayer al Gobierno que no dialogue con la Generalitat, cuando en cambio sí se hizo en el pasado con ETA. «¿Un Gobierno español puede dialogar con un grupo terrorista y no con un Gobierno y un Parlamento democráticamente elegidos? Porque el Gobierno español, y se ha demostrado en diferentes ocasiones y lo han hecho diferentes gobiernos, ha llegado a dialogar con ETA», dijo en el Parlament.
EL MUNDO – 09/07/15