LIBERTAD DIGITAL 17/10/14
· Convergència aplaude la idea, de la que abjura ERC; el nuevo 9-N sería el comienzo de una nueva campaña, la de las «plebiscistarias».
Lluís Llach, Miquel Calçada, de alias artístico Mikimoto, los actores Joel Joan y Carme Sansa y hasta el propio Guardiola son los nombres que se han citado y se manejan para la «lista del país», una candidatura común de los partidos separatistas con la suma de dichos personajes. La Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, los grupos «civiles» del proceso catalán, vendrían a avalar con esta propuesta el cambio de rumbo teórico de Artur Mas, quien retaba a ERC a formar una lista común para concurrir a unas autonómicas que serían «la consulta definitiva», según dijo el presidente de la Generalidad.
La candidatura conjunta como arma definitiva del separatismo es un órdago en clave interna de Artur Mas que en su día hicieron suyo la ANC y Òmnium. Ya se intentó forjar para las pasadas elecciones europeas, pero las inevitables discrepancias entre CiU y ERC, entre Mas, Duran y Junqueras, desbarataron aquel primer intento.
La lenta digestión del fracaso del primer 9-N se ha saldado, por el momento, con la resurrección de la plataforma electoral separatista, que Carme Forcadell y Muriel Casals, presidentas de ANC y Òmnium, propondrán formalmente en un acto convocado este domingo en la plaza de Cataluña.
Según este plan alternativo (al que ya ha mostrado su apoyo CDC con entusiasmo y por boca del consejero portavoz, Francesc Homs) el «nuevo 9-N» sería el paso previo, de calentamiento, para unas elecciones autonómicas «plebiscitarias» y «referendarias» cuya fecha se debería decidir en los próximos días. El comienzo, por tanto, de una nueva campaña electoral con la vista puesta en poder proclamar la independencia el 23 de abril del próximo año, fecha que la ANC marcó en rojo en sus planes golpistas.
En esa candidatura figuraría en primer lugar el presidente de la Generalidad, Artur Mas, seguido de Oriol Junqueras, los «independientes» y también candidatos antisistema de las CUP, una candidatura con un solo punto en el programa, la declaración de independencia inmediata. En ERC no sólo desconfían de Mas, al que acusan de mentiroso y cobarde, sino que prefieren aplicar su plan, que consiste en ganar las próximas elecciones autonómicas bajo las siglas de ERC y que dichas elecciones sean después de las municipales de 2015, ya que los republicanos pretenden impulsar un nuevo y otra vez definitivo proceso separatista a partir de la conquista del poder local.
Todas las encuestas pronostican que ERC vencerá en ambas contiendas electorales, por lo que Junqueras pretende evitar el abrazo del oso al que le conducen la ANC y Òmnium. En medio del caos y de la improvisación, el apoyo de Forcadell y Casals a las teorías de Mas sobre unas plebiscitarias con el frente separatista bajo unas mismas siglas es un flotador frente a la soledad y el ridículo.