Bieito Rubido-El Español
  • En el fondo, Sánchez es un hombre atenazado por el miedo. Vive en estado de pánico permanente. Esa es la razón por la que se aferra al poder

Hay una izquierda en España que está gobernando, pero no cree en la democracia. Lo evidenció ayer al tratar de negarle el derecho a opinar al arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello. No entienden la libertad y además les da miedo. Porque en realidad son unos cobardes. Perdieron las elecciones, no tienen mayoría en el Parlamento y conocen el clamor de la sociedad española que solicita elecciones generales, libres y sin sospechas de votos por correo. Creo que, en las próximas generales, el voto por correo bajará espectacularmente, ya que el sanchismo, entre los muchos destrozos que está dejando, también se encuentra la honorabilidad de algunos trabajadores de Correos.

Restan ya diecinueve meses para agotar el plazo legal y que se celebren nuevas elecciones. Si Sánchez apura ese tiempo y vuelve a convocar a los españoles a las urnas en pleno tiempo de vacaciones, demostrará una vez más su mala voluntad y su cobardía. Porque en el fondo Sánchez es un hombre atenazado por el miedo. Vive en estado de pánico permanente. Esa es la razón por la que se aferra al poder. Yo hice en su día una profecía acerca de cómo será el final de este presidente y me temo que se va a cumplir. A medida que la ciudadanía vaya conociendo el rosario de corrupciones y los personajes afectados, algunos que creíamos que no les alcanzaba el escrutinio de las fuerzas de orden, el ambiente en España se va a enrarecer más y más. Cada mes que pase, el resultado electoral del PSOE será peor, pero el destrozo de España y de su convivencia será mayor.

Diecinueve meses pueden pasar rápido o ser una eternidad. Todo depende en qué lado del río se encuentre sentado cada uno. La mayoría de los españoles se hallan en la ribera del enfado y la estupefacción. Un enfado que roza en ocasiones el miedo. Un temor fundado a una panda de inmorales, Pumpido entre ellos, dispuestos a todo. Solo hay que ver sus antecedentes.

Habrá que saber esperar. Vigilantes y a la expectativa, pero esperar. Mirar y ver. La ansiedad es mala consejera en cualquier situación, pero muy especialmente en política. La mayoría de los ciudadanos estamos ansiosos. No aguantamos más, queremos un cambio en la vida política de nuestro país. Las encuestas así lo dicen, salvo las de Tezanos, al que todos esperamos ver procesado por malversación de fondos públicos. Su jefe, un tal Sánchez, se mantendrá ahí. No por el bien de España, no por el interés general, solo para tratar de defenderse de las fechorías que han realizado él y los suyos. Ese es su programa de gobierno.

A los votantes de la derecha les puede la ansiedad y ya sabemos que la impaciencia no es buena consejera en la vida en general y en la política en particular. Solo son diecinueve meses, en ese tiempo Sánchez puede hacer mucho daño, sobre todo a su partido y a la banda que lo protege, Pumpido y Tezanos entre otros.

Nota final: Suponemos que la magistrada del Constitucional María Luisa Segoviano está ya inhabilitada para participar en cualquier discusión en el TC sobre la anulación de la sentencia del Tribunal Supremo que condena al inhabilitado y abusador de poder, además de cómplice de Sánchez, García Ortiz. Ayer participó en un acto público y dio «mucho ánimo» al fiscal condenado. Por menos, el TJUE anuló una sentencia una etarra.