EL CONFIDENCIAL 03/07/16
· Los socialistas catalanes plantean una consulta de secesión si falla la reforma constitucional. Ferraz y las federaciones insisten en que no hay más alternativa que la ‘Declaración de Granada’
Mucho trabajo le costó llegar al PSOE a una posición común, a la reforma constitucional en sentido federal, a la ‘Declaración de Granada’, y algo más de tiempo lograr que el partido hermano, el PSC, abandonara el derecho a decidir como una fórmula para escapar del bloqueo. Pero ahora las diferencias han vuelto a aflorar, justo después de las generales del 26-J, en las que las dos formaciones empeoraron sus resultados. La apuesta de los socialistas catalanes por una consulta específica para Cataluña si fracasa la modificación de la Carta Magna, una suerte de plan b por si todo falla, ha reabierto las tensiones con el PSOE, como era previsible. El PSC celebrará su XIII Congreso se celebrará del 4 al 6 de noviembre, pero la dirección ya ha presentado su ponencia política, y es ahí donde incorpora la ‘solución canadiense’. En el borrador de trabajo [aquí en PDF] que fue presentado este sábado al Consell Nacional -el máximo órgano de poder-, se dice que en caso de que la ciudadanía catalana decidiese rechazar la reforma constitucional, el PSC «propondría al conjunto de los españoles otros instrumentos democráticos (por ejemplo, una Ley de la Claridad como la canadiense) que estableciesen las condiciones para, si se tercia, verificar el apoyo ciudadano a una eventual secesión» de Cataluña.[Consulta aquí en PDF la ponencia del XIII Congreso del PSC]El documento también advierte, no obstante, de que «empezar por el final, como algunos pretenden [los independentistas], preguntando primero por la última de las opciones a considerar, es tanto como desahogar la presión negociadora hoy acumulada. En efecto, si una consulta de estas características fuese viable de entrada, querría decir que estamos ante un nuevo marco de diálogo restablecido entre Cataluña y España, ante un nuevo clima de entendimiento, cosa que, junto con un debate sereno y profundo sobre los efectos positivos y negativos de la independencia, daría como resultado, muy probablemente, un no a la secesión».El PSC propondría al conjunto de los españoles instrumentos como una Ley de la Claridad para «verificar el apoyo ciudadano a una eventual secesión»Dicho de otra forma, que el PSC considera que lo primero es un referéndum en toda España de la «posible renovación del pacto constitucional de 1978«, una propuesta que es plenamente compartida por sus compañeros del PSOE. La diferencia viene en qué hacer a continuación. El PSOE habla de un «pacto político» con Cataluña. O sea, una actualización del Estatut que fuera votada (ahora sí) por los catalanes. El PSC introduce la variable de un fracaso del plebiscito constitucional. En ese caso, indica en su ponencia, habría que aprobar una Ley de Claridad como en Canadá que permitiese un referéndum de secesión en Cataluña, en el que el PSC presume que vencería el no. Esta vía ya había sido defendida públicamente por el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, y la exministra Carme Chacón, pero hasta ahora esa idea no se había plasmado en un documento de la formación.
Pero esas cautelas no convencen ni a Ferraz ni a la mayoría de federaciones, que definen la apuesta del PSC por la ‘vía canadiense’ como una «vuelta a las andadas» en un momento inoportuno y cuando ya se había aquilatado el consenso en torno a la ‘Declaración de Granada’ de julio de 2013, promovida por el entonces secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, y que fue apoyada por los socialistas de todos los territorios. Incluidos los catalanes, liderados en aquel año por Pere Navarro.Los socialistas catalanes insisten en que no hay «ningún giro soberanista» y que se trata de «abrir un debate» que culminará en el congreso de noviembreLa ejecutiva de Pedro Sánchez insistió en que no hay plan b que contemplar, que la única solución que cabe es la de una España federal a través de un nuevo pacto constitucional, por lo que confía en que no sea necesario buscar alternativas. Así lo expresó este viernes en ‘Los desayunos de TVE’ la secretaria de Ciencia, Participación y Política en Red, María González Veracruz: «Lo que necesita este país es un referéndum constitucional para que todos los españoles, en el marco de la Constitución, votemos sobre la unión y no sobre la separación. Con lo cual espero que esto no prospere y que la solución que nosotros pensamos que es la viable y la que beneficia al país y a Cataluña sea la de la reforma constitucional«. Ferraz dice no obstante «respetar el borrador de trabajo» del PSC, informa Efe.
Baleares no se cierra a estudiar la idea
Más expeditivo y elocuente fue el presidente del Principado, Javier Fernández. En declaraciones a los periodistas, dijo no compartir «en absoluto» la propuesta del PSC. El jefe del Ejecutivo asturiano recordó que la cuestión territorial «está muy clara» para los socialistas en el manifiesto de Granada, y que fue suscrita por Navarro, así que la ponencia de la actual dirección del PSC «rebasa» la del PSOE y «deberá revisarla», porque el partido es el que no aceptará revisar ese planteamiento.No hubo más declaraciones públicas de barones, pero totalmente alineados con Fernández están los presidentes de Andalucía, Susana Díaz; Extremadura, Guillermo Fernández Vara; Aragón, Javier Lambán, o Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. «No estamos de acuerdo para nada y confiamos en que vuelva el sentido común al PSC», expresa un portavoz muy cercano a la jefa de la Junta. «Ponerte en el plan b es cargarte el plan a, que es la reforma constitucional, de antemano», comentan en el círculo de García-Page, que atribuyen la posición defendida por la cúpula catalana «a los resultados» del 26-J, en los que perdió un escaño -logró siete actas, por las ocho del 20-D, las 14 de 2011 o las 25 de 2008-, es tercera fuerza en votos y cuarta en diputados y ha visto crecer con pujanza a En Comú Podem, la confluencia catalana de Podemos abrigada por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.Los presidentes socialistas piden al PSC que «retorne» a Granada. La posición de la presidenta balear y líder del PSIB-PSOE, Francina Armengol, es más matizada. Aunque tiene dudas de que sea «acertado pensar en una segunda fórmula dando por hecho que fracasa la primera», no se cierra a estudiar lo que propone el partido de Iceta. «Lo potente es una reforma intensa de la Constitución para hacer realidad el Estado federal y que recoja las singularidades de Cataluña. Y en paralelo que se abra una negociación con Cataluña sobre temas urgentes como la financiación», opina Armengol en conversación con El Confidencial.Javier Fernández señala que no comparte «en absoluto» la idea del PSC, que reprueban la mayoría de presidentes autonómicos del PSOEEl valenciano Ximo Puig no ha hecho declaraciones porque se halla de viaje en Alemania, pero el PSPV, igual que el PSIB, siempre ha tenido una actitud más ‘comprensiva’ hacia el PSC, sin compartir nunca el derecho a decidir. «Es normal que Francina y Ximo lo vean de forma algo distinta, porque están más cercanos», admiten fuentes próximas a Iceta.
Un congreso, dos programas
En el PSC la postura no es unánime. Hay quienes creen que la reforma constitucional no es suficiente, otros que no consideran necesario hablar de la ‘vía canadiense’ porque es «como llamar al mal tiempo» y quienes creen «equivocado» hablar de una consulta en Cataluña. En el entorno directo de Iceta defienden que si se ha plasmado la propuesta en la ponencia es porque desde el anterior congreso ordinario, de diciembre de 2011, el PSC se ha presentado a las autonómicas con dos programas diferentes -en el de 2012 defendía un referéndum legal y acordado, posición que abandonó en los comicios de 2015- y es preciso «zanjar el debate», sin miedo, porque es en los cónclaves donde hay que hablar «a tumba abierta«.
Fuentes próximas a Iceta afean a los dirigentes del PSOE su «ansiedad por buscar discrepancias» cuando aún no se ha aprobado el documento definitivoLas mismas fuentes reprochan a los dirigentes del PSOE su «ansiedad por buscar discrepancias«, porque «no puede haberlas hasta que se apruebe una resolución en el congreso». La dirección del partido, defenderá en el cónclave la postura que concite mayor consenso. «Aquí en Cataluña la perspectiva de que el bucle independentista va a perdurar mucho tiempo da bastante miedo. No sé si hay mucha conciencia fuera de aquí de la necesidad de dar una salida a esto -confiesa un mando de primer nivel del PSC-. Pero no estamos hablando ni de derecho a decidir ni de una solución unilateral«. Frente a quienes en el PSOE piensan que los socialistas catalanes pretenden «reventar Granada», la cúpula de Iceta lo niega, puesto que se defiende la declaración de 2013 y se añade un plan b por si fallara. «No tendría sentido una reforma constitucional que impulsas por Cataluña y que luego los catalanes rechazaran porque no les satisficiera. Entonces nos habríamos pegado un tiro en el pie», esgrimen fuentes al primer secretario.En el PSC remarcan que no incluyen la ‘vía canadiense’ en su ponencia por la presión de En Comú Podem, porque la posición es «justo la inversa», ya que la confluencia de Podemos antepone el referéndum para Cataluña, mientras que los socialistas catalanes quieren que se vaya primero a la modificación de la Constitución. Si se vetara en la comunidad, las Cortes tendrían que redactar una Ley de la Claridad que permitiese una consulta de secesión «o sólo para Cataluña o en el marco general», y que no violaría el artículo 2 de la Carta Magna que consagra la «unidad de España», porque sería una ley de ámbito estatal. Y recuerdan que desde se aprobó en 2000 no se ha producido ningún referéndum de independencia en Quebec (el último fue en 1995). «En cualquier caso, mejor no entrar en especulaciones de futuro», avisan. Los que conocen bien cómo se gestó el manifiesto de Granada subrayan que la propuesta del PSC sí entra en contradicción, porque no se reconoce el derecho de una parte de España a segregarse del resto del Estado. Y porque entra en un debate que no conviene al partido. «Ahora por ejemplo Mariano Rajoy va a hablar con ERC y Convergència para su investidura, y nadie se rasga las vestiduras. Parece que los socialistas esperamos al permiso del PP para poder hacer propuestas. Entiendo la postura de Susana y de los barones, pero hay que ser más templado. Pero no hay ningún giro de 180 grados respecto a nuestra decisión de abandonar el derecho a decidir, sería absurdo», indican en el círculo de Iceta. El proceso congresual del PSC se abrirá a la vuelta de verano. Del 19 al 21 de septiembre se podrán presentar las precandidaturas para los puestos de dirección. El día 29 se proclamarán las candidaturas que hayan conseguido los avales necesarios. El sábado 15 de octubre se celebrará la jornada de votación de primer secretario, cargo en el que aspira a ser renovado Miquel Iceta. El XIII Congreso tendrá lugar del 4 al 6 de noviembre.