LA RAZÓN, 28/1/12
De esta forma, el magistrado -que está de guardia esta semana- rechaza la petición de Dignidad y Justicia que reclamó su prohibición al entender que Álvarez Enparantza «nunca renunció públicamente» a ETA y que con la celebración del acto el próximo domingo en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián se estaría incurriendo en un delito de enaltecimiento del terrorismo.
En su auto, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional comunica al departamento de Interior del Gobierno Vasco la existencia del homenaje «a los efectos que procedan de acuerdo con sus competencias» y pide a la Ertzaintza que, en caso de comisión de delito, lo comunique al juzgado.
Para adoptar esta decisión, el magistrado ha contado con el informe favorable de la Fiscalía, que no ha considerado «procedente» prohibir el acto, si bien ha interesado oficiar al departamento de Interior vasco para que se adopten las medidas necesarias con el fin de evitar que durante su desarrollo se exhiban fotos de etarras o se profieran lemas a favor de los mismos.
«No se desprende que el acto haya sido organizado para alabanza o loa de la organización terrorista ETA, de sus acciones criminales o de los partícipes en las mismas, ni con finalidad de desacreditar o menospreciar a las víctimas del terrorismo», subraya el juez.
Por ello, concluye el auto, no concurren, «ni siquiera indiciariamente», los elementos objetivos y subjetivos exigidos por la ley para estimar que dicho acto constituye un delito de enaltecimiento del terrorismo.
En su escrito, la asociación que preside Daniel Portero, hijo del fiscal Luis Portero, asesinado por ETA en 2000, sostenía que no se puede homenajear a uno de los miembros fundadores de la banda terrorista, ya que «nunca renunció públicamente a ETA y sus métodos asesinos, ni nunca pidió perdón por haber formado parte de una organización que tantísimo daño» ha causado a las víctimas.
«Txillardegi», padre del exdirigente de Batasuna Joseba Álvarez, está considerado uno de los fundadores de la organización terrorista a la que puso nombre en 1958 -«Euskadi ta askatasuna», en castellano «País Vasco y libertad»- y un histórico de Herri Batasuna.
Nacido en 1929, Álvarez Enparantza desarrolló además una amplia carrera como escritor y lingüista, que le llevó a ser miembro colaborador de la academia vasca Euskaltzaindia.
En 1958, junto a otros estudiantes, fundó el grupo Ekin que luego se convirtió en ETA. Tras ser arrestado se exilió en 1961 y seis años después abandonó la banda terrorista.
Tras la muerte de Franco regresó al País Vasco y a principios de los ochenta inició su carrera docente en la universidad pública vasca, de la que era catedrático emérito, a la vez que fue elegido senador por Herri Batasuna en 1979.
En su actividad política se desmarcó de Batasuna y se presentó por Aralar en las elecciones vascas del 2005, sin salir elegido, al igual que en 2008, cuando se presentó a las generales como candidato al Senado por ANV.
LA RAZÓN, 28/1/12