LA RAZÓN, 18/11/11
La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a ocho años de cárcel a los etarras Arkaitz Goikoetxea y Aitor Cotano por ocultar explosivos en dos zulos y planear un atentado contra el Club Marítimo de Getxo (Vizcaya).
Los magistrados de la Sección Tercera, presididos por Alfonso Guevara, han encontrado a Goikoetxea y Cotano culpables de un delito de estragos terroristas en grado de tentativa. El tribunal ha absuelto, en cambio, al etarra Íñigo Gutiérrez Carrillo, al que la Fiscalía acusaba por los mismos hechos.
La sentencia dictada hoy considera probado que Goikoetxea y Cotano formaban parte en el año 2008 del “Comando Askatasuna Haizea”, que operaba bajo las órdenes del que era dirigente militar de la banda, Garikoitz Aspiazu Rubina, alias “Txeroki”.
“Para llevar a cabo sus acciones disponían de armas y de explosivos, que otros miembros de ETA les hacían llegar desde Francia y que luego ocultaban con el propósito de ejecutar ulteriores eventuales actos de violencia”, señala la resolución.
En enero de 2008, los terroristas confeccionaron en un piso que tenían a su disposición en la localidad riojana de Ezcaray un artefacto con 30 kilogramos de explosivos procedentes de una partida de aproximadamente 370 kilos que la organización terrorista les había hecho llegar desde Francia.
Cotano y Goikoetxea trasladaron el artefacto explosivo, camuflado en el interior de un barril de cerveza, desde Ezcaray hasta un camino del término municipal de Getxo, donde lo escondieron entre la maleza. El tribunal de la Audiencia Nacional asegura que el objetivo era utilizar la bomba para perpetrar un atentado contra Real Club Marítimo de esa localidad vizcaína.
Esta acción terrorista no pudo finalmente ser llevada a cabo porque unos vecinos hallaron el 31 de enero de 2008 el barril oculto entre la maleza.
Goikoetxea y Cotano fueron condenados en diciembre de 2010 a sendas penas de 515 años como autores del atentado contra el cuartel de la Guardia Civil en Legutiano (Álava), que tuvo lugar el 14 de mayo de 2008 y en el que murió el agente Juan Manuel Piñuel.
LA RAZÓN, 18/11/11