EL CORREO, 15/9/11
Está acusada de integración en ETA y de ser el enlace para mantener la disciplina de la banda entre sus presos
La Audiencia Nacional ha ordenado, por segunda vez, la puesta en libertad bajo fianza de 60.000 euros de la abogada Arantza Zulueta, en prisión desde el pasado mes de julio por un presunto delito de integración en ETA. La Sala de lo Penal admite de esta forma el recurso de apelación presentado por la letrada y la devuelve a la situación procesal en la que se encontraba el 2 de diciembre de 2010. Detenida en el marco de otra operación contra la organización terrorista, el alto tribunal decretó entonces su salida de la cárcel previo abono de la misma cantidad de dinero.
Zulueta ingresó por primera vez en prisión en abril del pasado año acusada por el juez Fernando Grande-Marlaska, junto a los también abogados Jon Enparantza Agirre e Iker Sarriegi, de formar parte de ‘Halboka’, el aparato encargado de llevar a los penales las directrices de la banda y de mantener la disciplina entre sus reclusos. La Audiencia Nacional le concedió la libertad provisional al considerar que la histórica letrada de la izquierda abertzale tradicional contaba con «un arraigo social y laboral que minimizaba el riesgo de fuga». El tribunal insistió en los indicios de su «vinculación orgánica con el aparato político de ETA», si bien estimó que «dado lo avanzado de la investigación» la abogada no podría dificultar las pesquisas.
La historia se repitió en julio de 2011. Zulueta volvió a ser detenida en Hernani por agentes de la Guardia Civil, acusada de guardar información sobre zulos, haber recibido órdenes de proporcionar datos para atentar contra la Audiencia Nacional y tener asignada la creación de una red de informadores para ETA.
‘Pen drives’ y zulos
La documentación incautada tras su primer arresto, que tuvo que ser desencriptada, permitió localizar tres zulos de la organización terrorista en la localidad vascofrancesa de Saint-Etienne de Baigorry, en la frontera con Navarra. La ubicación exacta de estos lugares se guardaba en una memoria USB oculta en la parte trasera de un cuadro colgado en la pared de su despacho. En los zulos se hallaron 60 kilos de material para fabricar bombas, dos armas largas desmontadas y 20.000 dólares. Los agentes también encontraron diversa información en numerosos ‘pen drives’ situados en los sitios más insospechados, como el interior de electrodomésticos o dispensadores de jabón.
La Audiencia Nacional, que aprecia «cumplidamente el ahínco» del juez Marlaska, sostiene en su auto que las nuevas revelaciones justificaron el segundo arresto, aunque, a su entender, suponen «todo lo más una confirmación» de la comisión de los delitos que ya se le imputaban, sin que se enmarquen «en un plano de actualidad». Ordena así su puesta en libertad provisional al entender que no queda probado que durante los siete meses que permaneció fuera de prisión realizara actividad alguna que suponga «una reiteración» de su apoyo a ETA.
EL CORREO, 15/9/11