ABC 08/05/2013
· Ve «indiscutible» que cumple todos los requisitos que establece la ley.
· Por unanimidad Los cinco magistrados argumentan que Lasarte «sobre todo piensa y se ocupa de las víctimas»
Después de 17 años ininterrumpidos en prisión, el etarra arrepentido Valentín Lasarte disfrutará de un permiso ordinario de tres días, con la única condición de que los pase lejos del País Vasco. Lo ha decidido por unanimidad la Sección Primera de la Audiencia Nacional porque considera «indiscutible» que se cumplen «todos y cada uno» de los requisitos que establece la ley. Lejos quedan los siete asesinatos en los que participó. En dos de ellos, Valentín Lasarte fue quien apretó el gatillo; en el resto fue colaborador necesario.
Los jueces argumentan que el exetarra ha superado «holgadamente» la mitad de su condena, fijada en un máximo de 30 años, pese a que la suma de sus penas individuales superan los 370. Así es, dicen los jueces, «sea cual fuere la forma de cómputo de la pena (redenciones sobre cada una de las penas o sobre la acumulada)».
Además, añaden los magistrados, ha rechazado la violencia, fue expulsado de ETA y de su colectivo de presos y reconoce el daño causado. De hecho, «paga pequeñas cantidades fraccionadas mensualmente para atender las responsabilidades civiles declaradas». Otro argumento a su favor es que participa en actividades de tratamiento llevadas a cabo en el Centro Penitenciario de Nanclares sobre la discusión del terrorismo y ha intervenido en programas de reparación con víctimas del terrorismo. Los jueces resaltan el comportamiento de Lasarte en esos bis a bis. Según la mediadora, expresó arrepentimiento con sinceridad, realizó una autocrítica severa y mostró ganas de colaborar en el restablecimiento de la paz.
Los cinco magistrados —Fernando Grande-Marlaska como presidente, Manuela Fernández Prado, Javier Martínez Lázaro, Nicolás Poveda Peñas y Ramón Sáez Valcárcel— consideran que Lasarte «ha evolucionado en clave de humanidad compartida, por motivos sinceros, indagando en el pasado hasta reconocer el mal provocado inúilmente y todo ello después de haber sido consciente de su intervención en crímenes horrendos». O dicho de otro modo: «sobre todo, piensa y se ocupa de las víctimas».
«No herir a las víctimas»
En el auto, de siete páginas, los jueces aseguran que la reeducación y la reinserción son uno de los fines de la pena: «Ponerse en lugar de las víctimas, intentar repararlas, ocuparse de su dolor, es una forma espléndida de reeducación del delincuente». Es más, desde la perspectiva del tratamiento penitenciario, su conducta y su evolución es «notoria».
Otro de los factores que la Sala ha tenido en cuenta para conceder el primer permiso penitenciario a Lasarte es el hecho de que fue él mismo quien ofreció disfrutarlos fuera de San Sebastián, donde cometió los atentados, «precisamente para no herir, decía, el sentimiento de las víctimas».
Como miembro del «comando Donosti» de ETA, Valentín Lasarte participó entre enero de 1993 y febrero de 1996 en siete asesinatos. Sus víctimas han sido los empresarios José Manuel Olarte y José Antonio Santamaría, el brigada Mariano de Juan, el dirigente del PP Gregorio Ordóñez, el político socialista Fernando Múgica, el sargento de la Policía Municipal Alfonso Morcillo y el policía nacional Enrique Nieto. Fue detenido por la Ertzaintza el 25 de marzo de 1996. Desde entonces, permanece entre rejas. Hasta ahora. Lugar donde se cometió el atentado de Ordóñez.
ABC 08/05/2013