EL PAÍS 29/05/17
· La vuelta de Pedro Sánchez al PSOE podría dar otras victorias en el panorama político. C’s toma nota en vista del último CIS: un 19,2% de los votantes del PSOE se autoposiciona en el centro
La victoria de Pedro Sánchez en la carrera por la secretaría general del Partido Socialista hace apenas una semana ha vuelto a dar un giro en el panorama político español, donde las principales fuerzas contienen la respiración a la espera de los primeros movimientos del jefe ‘renacido’ —como ya le bautizan muchos— del número 70 de la calle Ferraz. Las fichas movidas por Sánchez hasta el momento son pocas; la designación provisional de su mano derecha durante la campaña interna de los últimos meses, el diputado valenciano José Luis Ábalos, como portavoz del grupo socialista en la Cámara Baja, dejando los nombramientos definitivos para finales de junio, una vez se celebre el 39º Congreso Federal. Mientras tanto, el resto de actores políticos se mueven entre la prudencia y la desconfianza hasta conocer el nuevo rumbo por el que optará el PSOE.
El éxito absoluto de Sánchez, que apostó su candidatura al ala más izquierdista dentro del partido, inspirada en su propio final al frente de la secretaría general en la anterior etapa con el principio del ‘no es no’ a Rajoy, en detrimento de la ‘moderada’ Susana Díaz, podría repercutir en un importante sector de los electores de la formación socialista, descontentos con la nueva dirección. Sobre todo teniendo en cuenta que en las últimas generales del 26 de junio el PSOE contó con 5,4 millones de votantes, frente a los 187.949 militantes que fueron llamados a las urnas para elegir a su nuevo líder. Son muchos los expertos que han señalado, también en este diario, a los posibles ‘grandes vencedores’ de este nuevo PSOE… y algunos señalan directamente a Ciudadanos.
Los datos avalan esa posición. Según la mayor parte de las encuestas publicadas desde el 26-J, y tomando como referencia la más actual, el barómetro del CIS de abril hecho público en mayo, el 19,2% de los preguntados que afirmaron haber votado al PSOE se autoposiciona dentro de la escala ideológica en el 5 en una tabla que va del 1 al 10. Es decir, justo en el centro. Si se trasladan esos datos al panorama de electores del 26-J, de los 5,4 millones de votantes socialistas, en torno a 1,2 millones se ubicarían en el centro ideológico.
La formación que lidera Albert Rivera es consciente de esta realidad y no esconde que uno de sus grandes objetivos a partir de ahora será seducir a ese amplio sector de electores que no se identifican con un PSOE tan a la izquierda como el que ha invocado Sánchez en los últimos ocho meses. La portavoz nacional del partido, Inés Arrimadas, utilizó la expresión “PSOE podemizado” tras la reunión de la ejecutiva celebrada este lunes, horas después de conocerse el nuevo secretario general. En la formación naranja no creen que el líder socialista pretenda radicalizar el partido desde el primer momento, aunque señalan con recelo que los primeros contactos de Sánchez al frente del PSOE se produjeran con Pablo Iglesias y dirigentes catalanes, entre ellos el ‘president’ Carles Puigdemont.
Las decisiones que tome el jefe de Ferraz al término del congreso de junio, en el que los socialistas aprobarán la nueva hoja de ruta de la formación, serán clave. Hasta entonces, Ciudadanos optará por la cautela. Eso sí, el objetivo electoral socialista no hará cambiar nada en las filas naranjas, que asumen con satisfacción el resultado salido de su última asamblea general, empezando por la actualización del ideario. “Nosotros somos liberales en lo económico y progresistas en lo social”, explicaban entonces y reiteran ahora. El partido de centro considera que su posición ideológica centrada y moderada se identifica con una gran parte de la población, más todavía teniendo en cuenta la crisis de descomposición que atraviesa la socialdemocracia en toda Europa.
Haber eliminado la etiqueta de ‘socialdemócratas’ de su ideario político no les pasará ninguna factura, afirman, reiterándose en que se trataba de una definición obsoleta de los inicios de la formación y que nunca se correspondió con la línea del partido desde su expansión nacional a partir de 2014. En ese sentido, el último CIS también respalda las aspiraciones del partido naranja, teniendo en cuenta que un 21,1% de los encuestados afirmó situarse en el 5 de la escala ideológica (un porcentaje muy similar al de los socialistas, aunque superior), lo que, trasladado al conjunto de votantes, podría suponer 7,7 millones de electores en todo el país. El verdadero público objetivo de Rivera, y más del doble de los votos obtenidos por Ciudadanos en las últimas generales, cuando 3,1 millones de personas se decantaron por la papeleta naranja.
El verdadero riesgo que entraña por ahora la nueva secretaría general del PSOE es la inestabilidad de la legislatura, a ojos de la formación centrista. La dirección del grupo parlamentario de Ciudadanos reconoce el temor a que “el bloqueo continuo” vuelva, aunque celebran que el acuerdo de los Presupuestos para este ejercicio esté cerrado, gracias a un trato de más de 4.000 millones con los centristas y tras pactar el apoyo del ‘diputado 176’, Pedro Quevedo, como adelantó este diario. Está por ver si en el resto de la tarea legislativa los socialistas “se alejan de los partidos constitucionalistas” a raíz del nuevo rumbo, insisten en Ciudadanos, mientras piden que la crisis de un partido “no ponga en jaque” al país entero.