Carlos García, LA RAZÓN, 11/1/12
Los batasunos están aparentemente creciditos. Y es que piensan, que tras la manifestación del sábado en Bilbao respaldando a los asesinos de ETA en prisión ya tienen carta blanca para pedir hasta el infinito, cuando lo que reclaman es completamente ilegítimo, más aún si cabe, cuando no tienen ni un gesto de compasión con las víctimas de esos asesinos a los que apoyan.
Pero es que además, no son tantos como se piensa ni su manifestación es tan multitudinaria como quieren aparentar, ya que esos supporters de asesinos que acudieron son menos que los espectadores que llenan el San Mamés cada domingo. Las comparaciones son odiosas, pero los primeros que están empezando a hacerlas son ellos. La última, Niko Moreno que tan subido está –cuando ni siquiera ha sido capaz de mantener la alcaldía de Elorrio para sus herederos de Bildu–, que ahora reclama el Nobel de Paz para Otegi. Y es que no se ha dado cuenta que el adalid de Otegi como «hombre de Paz» ya no está en el Gobierno.
Tras el pacto por las libertades y contra el terrorismo, la ley de partidos, las sentencias del Tribunal Europeo avalando la ilegalización de Batasuna y que impide que Otegi pueda presentarse a unas elecciones; y a pesar del patinazo con Bildu y Amaiur, pinta negro para ellos, y se conforman con reclamar cosas que saben que nunca serán posibles como una amnistía general o un premio inmerecido e irreal para su líder destronado. Por eso, ETA está también de rebajas.
Carlos García, LA RAZÓN, 11/1/12