ABC – 08/09/15
· La CEOE y la Cámara de Comercio piden a los políticos que expliquen los riesgos de la secesión.
Los grandes líderes empresariales alzan la voz contra el proceso soberanista impulsado en Cataluña. El presidente de la CEOE, Juan Rosell, y el de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, ambos catalanes, alertaron ayer contra las consecuencias económicas de la secesión en la vida diaria de los ciudadanos catalanes: «Una Cataluña independiente tendría una menor actividad económica, menos empleo y peores condiciones de vida».
Así se expresaron los presidentes de dos de las asociaciones empresariales más representativas de España en una carta conjunta, publicada ayer en «La Vanguardia» y difundida después a los demás medios, a veinte días de las elecciones autonómicas. Ambos aseguran en el documento que la secesión sacaría a Cataluña de la Unión Europea, puesto que el proyecto comunitario «no está pensado para que sus miembros se fragmenten».
Nubarrones fuera de la UE
Fuera de la UE, el horizonte económico estaría lleno de nubarrones. «Podríamos volver a ver situaciones como las vividas por la crisis de los últimos años», auguran Rosell y Bonet. La ruta de la independencia dejaría a Cataluña «fuera del euro» y con «serios problemas para financiarse, porque no podría recurrir al Banco Central Europeo o al Mecanismo Europeo de Estabilidad y sus emisiones de deuda se verán fuertemente penalizadas», explican los dos empresarios. Además, las exportaciones catalanas «se encarecerían y perderían competitividad», y las inversiones «se resentirían» debido a la inseguridad jurídica.
«Nos preocupa muchísimo salir de Europa. Las empresas realizan dos tercios de sus ventas en Europa», expresó Rosell en una rueda de prensa junto Bonet en la sede de la CEOE. Un marco institucional, de peso, para lanzar el mensaje de inquietud, a pesar de que los dos líderes firmaron el documento como empresarios, sin identificar sus cargos. «Todo el mundo sabe quienes somos y quien está detrás», explicaron los dos presidentes de las asociaciones, a pesar de que aseguraron que «no pretenden presionar a nadie».
Aún así, ambos lanzaron un mensaje claro a los políticos, a quienes pidieron diálogo y soluciones pactadas. «Nunca es tarde para recuperar el diálogo que pueda propiciar una negociación», defendieron los empresarios. Preguntado por si la solución sería una reforma de la Constitución, uno de los debates políticos sobre la mesa, Rosell respondió que «cualquier solución, si es pactada por todos, es aceptable».
Los dos empresarios fueron muy críticos. Lamentaron que «los datos objetivos se sustituyen por argumentos emocionales» y pidieron a los políticos que expliquen los riesgos económicos del proceso soberanista. «Lo que nos preocupa es cómo repercutirán las decisiones políticas en el bienestar económico y social de los españoles». Entre los efectos concretos a los que aluden, Rosell explicó que dejarían de estar vigentes para el comercio catalán muchos tratados internacionales, como el que Europa negocia ahora con EE.UU.
ABC – 08/09/15