EL PAÍS 16/01/17
Las agencias de inteligencia estadounidenses atribuyen a Moscú el robo de correos del Partido Demócrata y consideran que el objetivo era ayudar a Trump en las elecciones del 8 de noviembre. Como consecuencia de esa conclusión, EE UU impuso a finales de diciembre sanciones a Rusia, entre ellas la expulsión de 35 diplomáticos. Tras cuestionar durante semanas la acusación de las agencias, Trump admitió el miércoles la implicación rusa. Pero mantuvo sus reproches a sus futuros espías, a los que comparó con la Alemania nazi, después de que se filtrara un informe que presuntamente podría implicar un chantaje de Moscú al republicano.
Trump ha elogiado el liderazgo de Putin, la contribución rusa en la lucha contra el Estado Islámico en Siria y ha sugerido que rebajaría la presión de Washington por las injerencias de Moscú en Ucrania. En una entrevista, el viernes, dijo que mantendrá intactas «al menos por un tiempo» las penalizaciones a Moscú por sus intromisiones electorales, pero se mostró abierto a levantarlas si Rusia aumenta su cooperación en asuntos estratégicos.
El pasado jueves, el nominado por Trump para ser el próximo director de la CIA, Mike Pompeo, ya se distanció de la afinidad con Moscú del presidente electo al defender una respuesta “increíblemente robusta” a los ataques cibernéticos rusos durante la campaña electoral. En su comparecencia de confirmación en el Senado, también alabó la labor de los espías ante los reproches del republicano.
En un tono similar, James Mattis, el nominado a secretario de Defensa, aplaudió la voluntad del presidente electo de mejorar la relación con Rusia, pero consideró a ese país la mayor amenaza a los intereses de EE UU.
“Lo que me parece indignante es equiparar la comunidad de inteligencia con la Alemania nazi. Me provoca un gran resentimiento”, dijo Brennan en Fox News. Trump primero hizo esa analogía en Twitter, su herramienta favorita para descalificar a sus críticos, y luego la repitió en una rueda de prensa.
El director saliente de la agencia de espionaje reclamó al futuro mandatario que sea “muy disciplinado” en sus afirmaciones. “Cuando habla o reacciona hay que asegurarse de que entienda las implicaciones y que el impacto para Estados Unidos puede ser profundo”, dijo Brennan. “Tiene que entender que esto es mayor que él, es sobre los Estados Unidos y la seguridad nacional”.
En las palabras de Brennan, hay un eco a las críticas a Trump que hizo en la campaña electoral el presidente saliente, el demócrata Barack Obama. “La presidencia no es un reality show”, dijo Obama en varias ocasiones en referencia a la experiencia del magnate en programas de televisión.