LUIS VENTOSO, ABC – 24/10/14
· El planeta Mas frente a la capital financiera del mundo.
En solo dos días, hemos vivido el contraste de escuchar en el Parlamento británico una conferencia del consejero de Economía del Gobierno independentista catalán y, al día siguiente, asistir a una charla con un alto jefe de la Corporación de la City de Londres. El consejero, presentado como «ministro» por la Generalitat, era Mas-Colell. Apena ver a un economista de prestigio, en su día maestro respetado en Harvard, convertido a sus 70 años en mitinero desgarbado del sectarismo de Mas y Junqueras. El profesor Mas-Colell, que no ha sido capaz ni de aprobar sus presupuestos, refirió a su público británico un cansino catálogo de pérfidos agravios de Castilla y Madrid a su tierra, hechos diferenciales, persecuciones y mixtificaciones históricas. La conclusión era que Cataluña necesita imperiosamente dejar España para vivir mejor.
A través de los ventanales del edificio donde se gobierna la City, el distrito financiero de Londres, se divisaba ayer el paisaje del dinero y la modernidad: el pepino negro de Foster, y detrás, La Esquirla, el rascacielos más grande de la UE, la aguja de cristal pagada por los cataríes y firmada por Renzo Piano en Southwark. La corporación de la City es el gobierno democrático en funcionamiento más antiguo del mundo, pues opera sin interrupción desde hace 800 años. Su función es ser como una especie de ayuntamiento de ese barrio único, donde se ubica el mayor centro financiero del planeta: 400.000 personas trabajan allí, con sueldos opulentos; 14.400 empresas, 251 bancos extranjeros, líderes también en las finanzas islámicas, con 22 bancos árabes. La corporación de la City solo tiene una meta: crear más negocio, atraer capital, mantener como sea su posición de privilegio. Para ello muestra un perfil abierto, responde rápido, proporciona servicios de alta calidad y se patea el mundo haciéndose propaganda y extendiendo los brazos.
Nuestro anfitrión era de rostro simpático, mímica sincopada, inteligencia rápida y cero glamour. Mientras el independentismo catalán se arriesga tan tranquilo a que los larguen de la UE y es incapaz de soportar como vecinos a los de Zaragoza, Valencia y Badajoz, con los que siempre ha vivido, aquel señor de la City veía las cosas de un modo algo diferente: «Si dejásemos la UE habría una transferencia de empleo a otros lugares». Y hacía un razonamiento elemental: «Si nos fuésemos, ellos nos dirían “ya que no nos necesitáis, nosotros a partir de ahora tampoco os necesitaremos”». En cuanto a la inmigración, derribó toda la tontuna xenófoba con un sencillísimo argumento: «Los lugares más prósperos son justo aquellos donde hay más inmigrantes. El 30% de la población de Londres ha venido de fuera». Anatema: ¡a aquel loco no le importaba un carajo el hecho diferencial!
«Necesitamos permanecer en el Mercado Común», concluyó el cargo de la poderosa City. Pero Mas-Colell y Mas saben más, como su apellido indica. La prosperidad está en dejar España y la UE y montar una autarquía albanesa en la nueva república mediterránea. Lo inaudito es que parte de su población ya se lo cree. El mundo se puede mirar con un catalejo o por el extremo de un embudo lleno de ruido y furia.
LUIS VENTOSO, ABC – 24/10/14