Cristian Campos-El Español

1.No, no será un gobierno corto. Agotará la legislatura.

2. No, no va a ser inocuo. Tendrá consecuencias en la economía y en la convivencia.

3. No, no ganaremos nada a cambio. Perderemos libertad e igualdad.

4. No, no estamos a tiempo de volver atrás. Hemos superado ya el punto de retorno. No volveremos a los años 90 y no habrá un pacto de Estado entre PP y PSOE.

5. No, no es una exageración comparar 2023 con 1936. Son los mismos partidos con los mismos objetivos. La comparación es legítima y nadie honesto intelectualmente puede negar los patrones.

6. No, la Unión Europea no hará nada. Sánchez es de izquierdas y la izquierda es ontológicamente incapaz de degradar la democracia. Haga lo que haga, la mejora.

7. No, las instituciones españolas no tienen capacidad para frenar a Pedro Sánchez. El camino «de la ley a la ley» es de doble sentido.

8. No, el Estado de derecho tampoco frenará nada. El Derecho no es la ley, sino lo que deciden los jueces. Y más concretamente el Tribunal Constitucional.

9. Y no, tampoco el Tribunal Constitucional lo frenará. Porque no es un órgano jurídico, sino político, y actuará como tal. En beneficio del PSOE.

10. No, no sirve de nada manifestarse. Es más, es contraproducente.

11. No, tampoco sirve de nada no manifestarse. Es más, es contraproducente.

12. No, no hay ninguna contradicción entre las dos frases anteriores. Sólo hace falta controlar el relato como lo controla el PSOE.

13. No, las apelaciones a la Constitución y al Estado de derecho tampoco sirven de nada. Son abstracciones con las que ningún ciudadano empatizará jamás más allá de los pequeños círculos de esa intelectualidad que ve pasar la historia como las vacas los trenes mercancías.

14. No, el PP no es consciente de lo que está ocurriendo. Nunca lo es.

15. No, ningún político español es la solución a nada. Nunca lo son.

16. No, la democracia no es esto. A no ser que estiremos el concepto hasta ese punto donde sus presupuestos elementales pierden toda su coherencia interna.

17. No, este PSOE no habría aprobado la Constitución. Por supuesto que no la habría aprobado.

18. No, tampoco la habrían aprobado sus socios. Su proyecto es la violencia política contra la mitad de los españoles.

19. No, el PSOE no es ya un partido constitucionalista. Constitucional, desde luego. Constitucionalista, bajo ningún concepto.

20. No, no va a haber ninguna rebelión en el PSOE. Los expectorantes hace tiempo que se convirtieron en placebos en Ferraz.

21. No, nada cambiará si el PP llega al Gobierno. Su proyecto es el del PSOE, con diez años de retraso.

22. No, el poder territorial del PP no frenará nada. El poder territorial no es poder.

23. No, el Senado tampoco frenará nada. Es una cámara muerta.

24. Sí, sí habrá un referéndum de independencia. Se recurrirá al ejemplo escocés, Sánchez «se verá obligado» a ello por «convicción democrática» y la UE lo apoyará.

25. Sí, sí se va a intentar derrocar la monarquía. Lo harán una vez se consagre el nuevo estatus jurídico federal de Cataluña y el País Vasco.

26. Sí, el PSOE sí está diseñando un régimen que dificulte hasta lo imposible la alternativa política. Y no, el PP no cambiará la ley electoral.

27. Sí, sí se está dividiendo a los ciudadanos en españoles de primera y de segunda. La paradoja es que más españoles de segunda han votado seguir siendo de segunda que votantes de primera han votado seguir siendo de primera.

28. Sí, el PSOE de Pedro Sánchez sí es el PSOE. No hay «otro» PSOE.

29. Sí, España sí va a convertirse en la Argentina de la Unión Europea. Cualquiera que conozca Argentina reconoce las señales. Están por doquier.

30. Sí, sí seremos cada vez más pobres, más pequeños y más amargos. También lo será la UE.

31. Sí, sí tenemos un problema con nuestra clase política. Grave.

32. No, Pedro Sánchez no tiene líneas rojas.

33. No, no es una hipérbole hablar de autocracia. Si todo esto lo hubiera hecho Feijóo, hace tiempo que el término sería de uso cotidiano en los medios.

[Autocracia: según la RAE, «forma de gobierno en la cual la voluntad de una sola persona es la suprema ley»].