EL CONFIDENCIAL, 17/9/11
La condena de Arnaldo Otegi y Rafa Díez Usabiaga a diez años de prisión por pertenencia a banda armada en grado de dirigentes siembra dudas sobre el equilibrio de poder en la izquierda abertzale, donde un sector ahora minoritario no comparte el cambio de estrategia, y la respuesta de ETA. Consciente de ello, el propio Otegi, preso en la cárcel de Logroño y trasladado ayer a Madrid, reaccionó a la noticia a través de su twitter con una llamada a la serenidad. “Que nadie abandone ese camino (en alusión a la apuesta por las vías exclusivamente políticas y democráticas) porque vamos a ganar”. El fallo de la Audiencia Nacional no otorga credibilidad a sus declaraciones públicas a favor del fin de la violencia, que considera “meramente cosméticas y fingidas”.
La sentencia va aún más allá y sugiere que la apuesta de la izquierda abertzale por las vías exclusivamente políticas y democráticas es una directriz de ETA tras la ruptura del proceso de paz con el Gobierno en 2006 y el debilitamiento de la banda debido a la eficacia policial. Una conclusión que cuestiona la independencia de Bildu un día después de que el Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, abogara en la apertura del año judicial por no legalizar a Sortu mientras subsista “la terca y desafiante sombra de ETA”. El Tribunal Constitucional, que autorizó la presencia de Bildu en las pasadas elecciones municipales, está pendiente de resolver la legalización de Sortu, con las elecciones del 20N como telón de fondo.
El fallo sostiene que durante 2007 y los primeros meses de 2008 ETA celebró un amplio debate interno cuyas conclusiones fueron utilizar “el clásico modelo de estrategia político-militar, pero dando prioridad a la lucha armada sobre la contienda política”. En un documento interno incautado a la banda ésta “realiza varias reflexiones paradigmáticas acerca de la utilización por ETA de la izquierda abertzale como brazo político”. Como ejemplo de ello, los magistrados citan un documento intervenido en París al etarra Ekaitz Sirvent en abril de 2009, pero fechado en diciembre de 2008, en el que la banda apuesta por “la refundación del abertzalismo y un renacimiento del independentismo de izquierdas (…) la izquierda abertzale debe aglutinar todos sus esfuerzos para conseguir esa explosión generadora de una nueva Alianza Popular Nacional”, el denominado “polo soberanista”.
Todo es ETA
El “todo es ETA” que ayer criticaron los partidos nacionalistas, y justo lo contrario de lo que defendieron los acusados durante la vista oral celebrada durante junio y julio pasados. Otegi se mostró entonces orgulloso de haberse enfrentado a la banda terrorista y de “haber hecho virar el transatlántico de la izquierda abertzale”, y pidió a sus partidarios que “ocurra lo que ocurra en los próximos meses (en referencia a la sentencia conocida ayer), quiero transmitir la idea de que nadie abandone el camino que hemos emprendido”.
Como parte de la estrategia dictada por ETA, Otegi, Usabiaga y los otros tres condenados (Miren Zabaleta, Arkaitz Rodríguez y Sonia Jacinto) constituyeron un “organismo o comisión de coordinación y dirección” (no se ha podido demostrar que fuese Bateragune) que seguía instrucciones de la banda para crear un “polo soberanista” que excluyera al PNV. Una directriz que se concretó con Sortu, primero, y con Bildu, después.
Los integrantes de Bildu (EA, Alternatiba y la izquierda abertzale) han llegado recientemente a un acuerdo con Aralar para presentar una candidatura común a las generales del próximo mes de noviembre. Oscar Matute, portavoz de Bildu, calificó ayer la sentencia de “injusta y cruel (…) la enésima piedra que la Audiencia Nacional ha puesto en el camino hacia la paz y a la normalización política de Euskal Herria”. Matute calificó de “sinsentido” atribuir un delito de pertenencia a banda armada a un grupo de personas “que pretendían construir una apuesta política para la superación de un conflicto”.
Inferencias lógicas
El tribunal dice que la prueba de cargo contra los condenados “ha sido obtenida a través de multitud de inferencias lógicas (a falta de prueba directa de cargo, dice el texto en otro párrafo) que trascienden de las meras suposiciones, para adoptar un cuerpo acreditatorio relevante que destruye la presunción de inocencia que inicialmente beneficiaba a los interesados”. Dichas pruebas serían las diez reuniones de la citada comisión en la sede del sindicato LAB y dos viajes de Otegi y Usabiaga a Francia en abril y julio de 2009 para entrevistarse “con personas referenciales de Batasuna residentes en el país vecino”. Otegi, recuerdan los magistrados, tenía en ese momento prohibido salir de España sin previa autorización judicial.
También son inferencias lógicas para el tribunal la multitud de documentos intervenidos a los acusados y otros incautados a ETA en los que se utiliza con profusión una terminología común. Toda esa documentación prueba que los condenados eran “los encargados de planificar y gestionar la nueva estrategia de acumulación de fuerzas soberanistas tutelada por la mencionada organización terrorista” y “reflejan con nitidez la vinculación de los acusados a los postulados de ETA como mandatarios a las órdenes de la organización terrorista”. Los magistrados citan como una prueba más que ni Otegi ni Usabiaga hayan condenado a ETA ni pedido su disolución en ninguna de sus numerosas comparecencias públicas.
Tensiones internas
Junto a estas conclusiones la sentencia recoge varios documentos de ETA que reflejan las tensiones de la banda con la izquierda abertzale por el debate interno abierto en la misma sin tener en cuenta su opinión. En uno de ellos le recuerda que “para tratar sobre el alto el fuego hay que acudir a la ventanilla de ETA”. En otro apartado del mismo texto ETA dice que “nos irrita enormemente que se siga debatiendo sobre un modelo de proceso que no es compartido por la organización (…) Los diseños profundos y concretos del Proceso Democrático los concreta ETA. Todo lo demás pueden ser diseños de los procesos democráticos sin ETA, no los de ETA”. Detalles que a la Sala no le han parecido suficientes para demostrar la desvinculación de los acusados con la banda, y por ello les condena.
El tribunal ha citado el próximo lunes a todos los acusados y sus letrados para comunicarles el fallo. Solo Usabiaga permanece en libertad, al haberle sido concedida la libertad provisional para que cuidara de su madre enferma. En la vistilla los magistrados deberán decidir si ingresa en prisión, que parece lo más probable, o le deja libre hasta que el Tribunal Supremo resuelva los seguros recursos de las defensas y la sentencia sea firme.
Reacciones en el País Vasco
La condena generó una amplia respuesta en el País Vasco. El lehendakari Patxi López dijo tras acatar el fallo que es “consciente” de que la decisión de la Audiencia Nacional “ha podido generar sorpresa, o incluso frustración, en algunos sectores de la sociedad vasca en el tiempo en el que estamos viviendo (…) Entiendo que cuando la inmensa mayoría de la sociedad vasca piensa que estamos cerrando el ciclo del terrorismo y la violencia en este país, alguna gente pueda no comprender esta situación”.
El PNV calificó de “absurdo político-judicial” la sentencia que, en su opinión, “es un paso en la normalización de la convivencia en Euskadi”. Mikel Arana, coordinador general de Ezker Batua (EB) dijo que la sentencia es “jurídicamente insostenible, ya que es increíble que, con una Bildu legal y en las instituciones, se encarcele a quien impulsó este proceso precisamente por haberlo hecho”. Solo el PP mostró abiertamente su satisfacción por el fallo. Ana Mato, vicesecretaria de Organización, dijo que se ha demostrado que “Otegi ha actuado al margen de la ley y, por tanto, tiene que cumplir su responsabilidad”.
EL CONFIDENCIAL, 17/9/11