La Conferencia de Paz exige a ETA su «cese definitivo» y propone una mesa de partidos

EL CORREO, 18/10/11

Asume el modelo planteado por la izquierda abertzale en Anoeta para acabar con la «última confrontación armada» de Europa

Una enorme pista de aterrizaje para que ETA anuncie su final. La Conferencia de Paz celebrada ayer en San Sebastián ofreció una magnífica posibilidad a la organización terrorista para anunciar en los próximos días su voluntad de cerrar el ciclo de la violencia. La reunión, presidida por el exsecretario general de la ONU Kofi Annan, alumbró una declaración de eco internacional en la que los participantes exigen a la banda que anuncie el «cese definitivo de la actividad armada» y, entre otras cuestiones, proponen la puesta en marcha, una vez ETA haya comunicado su final, de una mesa de diálogo entre agentes sociales y partidos que culmine con una «consulta popular», se entiende que sobre el derecho a decidir. Todo ello, advierte el texto, con el objetivo de «alcanzar una paz justa y duradera».

TEXTO ÍNTEGRO DE LA DECLARACIÓN

Hemos venido al País Vasco hoy porque creemos que ha llegado la hora y la posibilidad de finalizar la última confrontación armada en Europa.
Creemos que este objetivo puede ser alcanzado ahora con el apoyo de toda la ciudadanía, de sus representantes políticos y con el de Europa y la amplia Comunidad Internacional. Queremos aclarar que no hemos venido aquí hoy para imponer algo o pretender que tenemos el derecho o autoridad de dictar a la ciudadanía de este país, a sus diversos actores y a sus representantes.
En cambio, hemos venido con buena fe y con la esperanza de poder ofrecer ideas desde nuestra propia experiencia resolviendo largos conflictos que afligieron a nuestras propias sociedades y pueblos, así como de otros que ayudamos a resolver.
Sabemos desde nuestra propia experiencia que lograr terminar con una situación de violencia y conflicto, y lograr una paz duradera nunca es fácil. Se requiere valentía, voluntad de tomar riesgos, compromisos profundos, generosidad y visión de hombre de Estado.
La paz viene cuando el poder de la reconciliación pesa más que los hábitos del odio; cuando la posibilidad del presente y del futuro es infinitamente mejor que la amargura del pasado.
Sabemos también de nuestra propia experiencia que cuando hay una verdadera oportunidad para alcanzar la paz debe ser aprovechada. La creciente exigencia de la ciudadanía de este país y sus representantes políticos para superar el conflicto mediante el diálogo, la democracia y la completa no violencia, ha creado esta oportunidad.
En base a esto creemos que es posible terminar hoy con más de cincuenta años de violencia y alcanzar una paz justa y duradera.

Por todo ello:
1.- Llamamos a ETA a hacer una declaración pública de cese definitivo de la actividad armada, y solicitar diálogo con los gobiernos de España y Francia para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto.
2.- Si dicha declaración fuese realizada instamos a los gobiernos de España y Francia a darle la bienvenida y aceptar iniciar conversaciones para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto.
3.- Instamos a que se adopten pasos profundos para avanzar en la reconciliación, reconocer, compensar y asistir a todas las víctimas, reconocer el dolor causado y ayudar a sanar las heridas personales y sociales.
4.- En nuestra experiencia de resolver conflictos hay a menudo otras cuestiones que si son tratadas pueden ayudar a alcanzar una paz duradera. Sugerimos que los actores no violentos y representantes políticos se reúnan y discutan cuestiones políticas así como otras relacionadas al respecto, con consulta a la ciudadanía, lo cual podría contribuir a una nueva era sin conflicto. En nuestra experiencia terceras partes observadoras o facilitadoras ayudan el diálogo. Aquí, el diálogo también podría ser asistido por facilitadores internacionales si así fuese decidido por las partes involucradas.
5.- Estamos dispuestos a organizar un comité de seguimiento de estas recomendaciones.

El pronunciamiento asume buena parte de las tesis que defiende en los últimos tiempos la izquierda abertzale. De hecho, sigue un esquema muy similar al que se planteó en la propuesta de Anoeta de 2004: debe existir una doble mesa de negociación; una primera entre el Gobierno y ETA para abordar las «consecuencias del conflicto» -en referencia al desarme y la situación de los presos-, y una segunda que reúna a las formaciones políticas para debatir cómo se articula el derecho de autodeterminación. A diferencia de hace siete años, los dos foros caminarían de forma autónoma, sin vasos comunicantes que condicionen los acuerdos en uno u otro escenario. Un planteamiento que, como publicó este periódico el sábado, la izquierda abertzale mantiene en su ‘hoja de ruta’ para los próximos años bajo el título de ‘Concretando Zutik Euskal Herria’.

La declaración efectuada ayer por los seis exlíderes internacionales, y asumida por los asistentes al encuentro del Palacio de Aiete, empleó, incluso, un lenguaje muy similar al que utiliza en sus comparecencias la antigua Batasuna. El texto, leído en inglés por el exprimer ministro de Irlanda Bertie Ahern junto a Annan, Gerry Adams, Gro Harlem, Pierre Joxe y Jonathan Powell, no usa la palabra terrorismo, pero sí alude a la posibilidad de poner fin a «la última confrontación armada en Europa», dando a entender la existencia de una guerra entre dos bandos, e insta a los gobiernos español y francés a aprovechar una «verdadera oportunidad para alcanzar la paz».

El documento, de apenas dos folios, consta de un preámbulo inicial y de unas conclusiones desarrolladas en cinco puntos. En su arranque, los promotores de la conferencia, que llevan trabajando en este texto varios meses, muestran su convencimiento de que la paz en Euskadi está próxima y puede lograrse «con el apoyo de toda la ciudadanía, de sus representantes políticos» y con el respaldo «de Europa y la amplia comunidad internacional». De hecho, los seis exlíderes mundiales realizaron un guiño a las autoridades al reconocer que acuden a Euskadi «con buena fe», sin intención de «imponer algo», pero con la «esperanza de poder ofrecer ideas».

En este sentido, pidieron afrontar este momento con «valentía, voluntad de tomar riesgos, compromisos profundos, generosidad y visión de hombre de Estado». Y para poner fin a la violencia recomendaron que «el poder de la reconciliación pese más que los hábitos del odio», dejando atrás «la amargura del pasado».

Acto seguido, Bertie Ahern enumeró los cinco puntos que, en su opinión, deben guiar el actual proceso de paz. Los tres primeros no sorprendieron a prácticamente nadie de los presentes porque desde hace días se especulaba con que estarían incluidos en el texto. El principal, que ETA realice «una declaración pública de cese definitivo de la actividad armada» y que pida entablar un «diálogo» con los ejecutivos español y francés. Unas conversaciones que, subraya el documento, abordarían «exclusivamente las consecuencias del conflicto». Bajo este término, la izquierda abertzale alude a lo que considera ‘cuestiones técnicas’ como el desarme y los derechos de los presos.

El «dolor causado»

En segundo lugar, la declaración anima a los gobiernos a «aceptar iniciar conversaciones» una vez la banda anuncie su intención de poner fin a su trayectoria. El tercer punto lo dedica a solicitar «pasos profundos» en favor de la reconciliación y las víctimas y en el reconocimiento del «dolor causado» para «ayudar a sanar las heridas personales y sociales». La referencia al dolor causado sería, según fuentes conocedoras de los entresijos de la reunión, una de las concesiones de la izquierda abertzale al resto de fuerzas.

El cuarto punto es el que mayores recelos suscita. Los seis exmandatarios internacionales ‘sugieren’ una mesa de diálogo político en la que participen «los actores no violentos y representantes políticos» para discutir «cuestiones políticas». Unas conversaciones que concluirían con una «consulta a la ciudadanía» que permitiría abrir «una nueva era sin conflicto» y sustentar una «paz duradera». En este sentido, la declaración recomienda la experiencia de «terceras partes observadoras o facilitadoras». El término facilitadores es empleado por el Grupo Internacional de Contacto del abogado sudafricano Brian Currin para definir su trabajo de mediación. Los propios Annan, Adams y Ahern se ofrecen, en el quinto punto del texto, a «organizar un comité de seguimiento» sobre el proceso de paz.

La declaración dejó satisfecha a la izquierda abertzale, según comprobó ayer este periódico, y no tanto al PSE. Lo resumió el alcalde de Ermua, Carlos Totorika: «al menos nos han escuchado».

EL CORREO, 18/10/11