EL MUNDO – 22/09/14
· La Consejería de Educación elimina todas las referencias a la Carta Magna en las aulas en contra de lo que ordena la Lomce.
La aplicación sui géneris de la Lomce que hará Euskadi este curso en sus aulas de Primaria afecta también a la nueva alternativa obligatoria a Religión, llamada Valores Sociales y Cívicos. La ley del ministro de Educación, José Ignacio Wert, marca, entre otras muchas cuestiones, que los estudiantes deben «apreciar los valores de la Constitución española» y los derechos y deberes que de ella emanan, y conocer la bandera o el himno «como elementos comunes de la Nación española y del conjunto de los españoles». Sin embargo, estos objetivos curriculares no figuran en las instrucciones que el Departamento vasco de Educación ha enviado a los colegios para guiar a los tutores en la impartición de la materia.
La asignatura de Valores Sociales y Cívicos es la alternativa a la enseñanza de Religión en horario escolar. En el País Vasco cada vez son menos los alumnos matriculados en estas clases y bastantes colegios públicos han presionado a los padres para no apuntar a sus hijos en ellas con el fin de dedicar esas horas a reforzar materias como matemáticas, para enfado de los obispos. En cuanto a sus contenidos (valores cívicos y democráticos, igualdad entre sexos, respeto al medio ambiente…), viene a sustituir a la Educación para la Ciudadanía impulsada en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que a juicio del Ejecutivo de Mariano Rajoy estaba demasiado ideologizada.
El currículum aprobado por el Ministerio de Educación, que debe implantarse este año en todas las comunidades autónomas, es el de Primaria. En Secundaria, la asignatura pasará a llamarse Valores Éticos y, según figura en los borradores del proyecto, contendrá los aspectos que más polémica han generado: el análisis de los «peligros» del uso de las células madre o la eutanasia, la crítica a la desobediencia civil y la objeción de conciencia o el prestigio de las Fuerzas Armadas en la defensa de la nación española.
El Real Decreto vigente, que se refiere a la etapa anterior, no contiene estas alusiones, pero sí otras que el Gobierno nacionalista de Íñigo Urkullu ha optado por obviar o rebajar.
En las instrucciones de la consejería liderada por Cristina Uriarte no aparece así una sola mención a la Constitución española que los estudiantes deberían entender como fuente de sus derechos y deberes. La Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa dice: «Respetar los valores socialmente reconocidos, conociendo y apreciando los valores de la Constitución española y los derechos y deberes de la Constitución española». La versión vasca hace en sus objetivos genéricos una alusión puntual a la «legislación estatal y autonómica», pero cuando entra al detalle pasa de lo universal a lo local eliminando la referencia a España: «Valores universales: los derechos humanos. Los derechos del niño y de la niña. Normativa autonómica». En concreto, el indicador de evaluación que tendrán que aplicar los profesores vascos consiste en «conocer y expresar las notas características de la democracia y la importancia de los valores cívicos en la sociedad democrática vasca» («las notas características de la convivencia democrática vasca», «los mecanismos de participación en las instituciones vascas», etc.).
Además, los niños no harán «juicios morales basados en los derechos y deberes básicos de la Constitución», sino «basados en los derechos universales».
La cuestión de los símbolos nacionales tampoco está. Según el currículum vigente, los alumnos deben conocer «el significado de los símbolos nacionales, la Bandera, el Escudo de España y el Himno nacional como elementos comunes de la Nación española y el conjunto de los españoles». En Euskadi esto desaparece.
Las instrucciones que ha enviado el Gobierno vasco son provisionales para este curso que denomina de transición. El Ejecutivo nacionalista no ha desarrollado su propio currículum a partir de la Lomce argumentando falta de tiempo, y confía en que el curso del cambio sea el próximo. Para ello, prepara una serie de nuevos decretos curriculares en principio adecuados a la ley pero que el Departamento está vistiendo con otro traje, el del llamado currículum vasco o Heziberri 2020, destinado supuestamente a blindar «el sistema educativo propio». Elaborado con el aliento de las ikastolas y con el objetivo último de desembocar en una Ley vasca de Educación, el proyecto pretende reforzar el acercamiento de los estudiantes a una Euskadi comprendida también por Navarra y el País Vasco francés y en la que el euskera y la cultura vasca se entienden como marco común para todos sus habitantes.
PSE, PP y UPyD han alertado del afán «adoctrinador» e «identitario» que ven detrás del programa, en el que están participando varios sectores de la comunidad educativa vasca (como los concertados religiosos), mayoritariamente nacionalistas.
Después de que el primer borrador fuera desvelado por EL MUNDO, la consejería suprimió de su documento definitivo la afirmación de que los niños deberían estudiar «la realidad de la existencia del pueblo vasco» en relación con sus «características etnoculturales y lingüísticas». El detalle llegará en todo caso con los borradores de los decretos que el Departamento está ultimando.
EL MUNDO – 22/09/14