EL MUNDO 25/05/2013
· Duran se acerca al PSC y pide negociar con el Gobierno antes de lanzarse a la votación.
La futura ley de consultas de Cataluña, que podría facultar a la Generalitat para convocar una eventual votación sobre la independencia, ha reabierto las grietas en la relación entre Unió y Convergència.
Fue el propio Josep Antoni Duran i Lleida, líder de UDC, quien se encargó ayer de recordar que las diferencias en torno al soberanismo siguen vivas en la federación. Y lo hizo públicamente, a través de su carta semanal a la militancia de UDC, en la cual lamentó que CDC haya admitido abiertamente en el Parlament que la ley de consultas que se aprobará en cuestión de meses será utilizada para realizar un referendo soberanista. Para Duran, la federación nacionalista debería esforzarse «por dejar claro» que la nueva norma no será la vía prioritaria para preguntar a los catalanes, sobre todo, porque «si nosotros mismos empezamos a decir que esta ley permitirá una consulta sobre la independencia, nos encontraremos con el recurso ante el Tribunal Constitucional antes de que se apruebe». Así, el democristiano abogó por buscar «otros marcos legales», eso sí, «advirtiendo, para no engañar a nadie, de que requieren el visto bueno del Estado o de su acuerdo».
El presidente de la Generalitat no quiso dejar madurar las tesis de Duran, por lo que apenas horas después de que se divulgaran sus críticas, recordó a su socio que las preguntas que se planteen a la ciudadanía ya las decidirán «en su momento» las instituciones catalanas. Mas, quien aprovechó el anuncio del Premi Internacional Catalunya celebrado en el Palau de la Generalitat para responder al líder de UDC ante todos los medios, no descartó, en todo caso, que la separación de España ocupe una de las futuras consultas. «No se tiene que prever qué pasará, ni en un sentido, ni en otro», zanjó.
Con su misiva, Duran i Lleida también se acercó a las tesis del PSC, que advirtió el miércoles en el Parlament que la Ley de Consultas «no puede ser un ‘plan b’» ante el riesgo de que «nazca muerta» por los obstáculos que puedan plantear tanto la Constitución como el Gobierno. Una teoría que apuntaló ayer el líder de los socialistas catalanes, Pere Navarro. «Lo hemos dicho por activa y por pasiva: la nueva ley de consultas no debe ser la ley de la consulta soberanista», argumentó, antes de volver a sumarse a las voces –como la del propio Duran i Lleida– que reclaman una negociación con el Gobierno, que garantice la legalidad de la votación.
Frente común contra Wert
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, señaló ayer que la reunión que mantendrán partidos políticos y comunidad educativa deberá servir para cosneguir «una posición común» que haga frente a la «agresión» que supone la ley de Wert.
El presidente catalán denunció que se trata de «una nueva Ley de Educación hecha por un Gobierno español, la séptima en 35 años, y eso es una demostración palpable de que los ejecutivos utilizan la educación pensando más en sus programas y en su ideología que en la educación», informa Efe.
Mas señaló que «hay temas claves como la agresión a la inmersión lingüística o la agresión a quién determina los contenidos del sistema educativo, temas que son nucleares, porque si perdemos esto, perdemos la identidad de nuestro sistema educativo y de autogobierno».
EL MUNDO 25/05/2013