La detención de tres militantes de Arran, uno de los grupos que forman la CUP, ha vuelto a poner en jaque la frágil estabilidad de los partidos soberanistas. Ayer los Mossos d’Esquadra detuvieron a los tres militantes, el primero de ellos por la mañana y los otros dos en las últimas horas del domingo, por no haber obedecido los requerimientos judiciales para ir a declarar como investigados en su presunta participación en la protesta que realizó la CUP ante la sede del PP en Barcelona en marzo para dar inicio a la campaña a favor del referéndum. Los tres detenidos forman parte del grupo de siete jóvenes de esta organización independentista que no se han presentado ante el juez al ser citados a declarar, por lo que no se descarta que se produzcan más arrestos.
El primero de los detenidos fue llevado a la comisaría de Les Corts a la espera de comparecer ante el Juzgado de Instrucción número 11 de Barcelona, que hace unas semanas lo citó junto con otras personas para responder por los delitos de daños y desórdenes públicos, aunque no se presentaron. Por eso, el juez instó a los Mossos a que lo detuvieran y así garantizar que comparezca para ver si declara o no.
Tras conocerse la primera de las detenciones, Arran convocó a una concentración de protesta frente a la comisaría de los Mossos a la que acudieron unas 50 personas y tuvo el apoyo de diputados de la CUP por las redes sociales. En un comunicado, la organización considera que la detención forma parte de un «repunte de la represión del Estado español ante los pasos que el pueblo catalán está haciendo para avanzar hacia su liberación nacional, social y de género», y afirman que consideran «preocupante que los Mossos d’Esquadra continúen siendo la correa de engranaje de la represión del Estado, deteniendo a independentistas por denunciar la opresión del Estado español y de su responsable directo, el Partido Popular».
Por eso, la formación integrante de la CUP cuestiona el papel de los Mossos ante la celebración del referéndum, ya que con la detención de ayer «evidencian que son un cuerpo policial al servicio del Estado español represor». Además, aseguran que queda en «entredicho» la celebración de la votación de autodeterminación por el papel de la policía catalana. Arran insta a aumentar «la lucha en la calle, responder contundentemente a este nuevo ataque y poner encima de la mesa la necesidad de ejercer la desobediencia y la movilización popular» para conseguir votar.
Una portavoz de Arran leyó un manifiesto ante la comisaría en la que consideraban «injustificada y desmedida» la actuación policial y exigieron explicaciones políticas a las formaciones soberanistas del Parlament, por lo que consideran como «el primer detenido por defender el referéndum».
Después de las dos últimas detenciones, militantes de la entidad han convocado otra concentración de protesta para mañana ante la Ciudad de la Justicia.