ABC 07/04/16
La tensión y el mal rollo ya ni se esconden entre los partidos soberanitas. A la reunión secreta entre Oriol Junqueras y Pedro Sánchez a espaldas del presidente Puigdemont se suma hoy la votación en el Parlamento catalán de la moción de apoyo a la declaración del 9-N impulsada por la CUP. Aunque finalmente Junts pel Sí ha logrado que los antisistema acepten eliminar del texto las alusiones a la desobediencia, ello no implica que la CUP no siga siendo un factor de desestabilización por su dinámica rupturista.
«Insulto a la democracia»
En paralelo a las tensiones en el seno del polo independentista, los grupos de la oposición arremetieron ayer con dureza con la tramitación de la moción de la CUP, que aunque suavizada será finalmente votada hoy. El presidente Puigdemont defendió que la moción –calificada por Inés Arrimadas (C’s) de «insulto a la democracia»– llegue al pleno. A C’s se sumaron PSC, SQEP y PP, que recordaron que los letrados del Parlament han advertido contra su tramitación por posible desacato al TC.