El concejal de la CUP en el Ayuntamiento de Barcelona, Josep Garganté, recibió ayer un alud de críticas tras publicar un comentario en las redes sociales relacionado con el asesinato del socialista Ernest Lluch.
El concejal antisistema replicó a un mensaje de la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau, en el que recordaba a Lluch como «un hombre comprometido y querido en todas partes» 16 años después de su asesinato a manos de la banda terrorista ETA. Garganté respondió: «Era del PSC-PSOE» y, posteriormente, añadió en un segundo mensaje: «Que no eran, por cierto, las monjas de la caridad precisamente».
Este último tuit del representante de la CUP llevaba adjunta una fotografía del ex ministro del Interior socialista, José Barrionuevo, y del ex secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, acompañados por el ex presidente del Gobierno, Felipe González, instantes antes de ingresar en prisión por el secuestro de Segundo Marey.
El jefe de filas del PSC en el Consistorio barcelonés, Jaume Collboni, emitió un contundente comunicado en el que exigía una rectificación al concejal de la CUP y tildaba sus palabras de «impropias de un cargo público». «Gracias a la lucha de muchos y muchas socialistas como Ernest Lluch, el señor Garganté puede sentarse en el pleno, participando de un Estado de Derecho libre del terrorismo de ETA», abundó.
También el líder del PP en Barcelona, Alberto Fernández, cargó contra Garganté, al que acusó de «posicionarse como los concejales de Batasuna cuando no rechazaban expresamente la violencia de ETA».
El concejal de la CUP acabó matizando su comentario. «El redactado del tuit ha sido desafortunado. No pretendía ofender a amigos y familiares de Ernest Lluch, sino criticar la guerra sucia», escribió.
Garganté fue condenado en 2012 por agredir a un cámara de TV3 y el 1 de diciembre será juzgado por coaccionar a un médico para que atribuyera a un policía las heridas sufridas por un mantero.