EL PAÍS 16/01/17
· La policía catalana participa este martes para protestar, entre otras cosas, por la desprotección institucional que dice sentir
Mañana está prevista en Barcelona una manifestación de policías, entre ellos los Mossos d’Esquadra. En una imagen insólita, recorrerán el centro de Barcelona vestidos de negro y acabarán en la plaza de Sant Jaume, el epicentro del poder político en Cataluña. Protestan, entre otras cosas, por la desprotección institucional que dicen sentir. Reprochan las críticas de los anticapitalistas de la CUP, socios imprescindibles del Gobierno catalán. Los mandos policiales están inquietos también porque el proceso soberanista ha puesto a los Mossos en el ojo del huracán.
La policía catalana sufre el tira y afloja de las tensiones políticas por el proceso independentista. Los anticapitalistas han pedido en público y en privado que Interior deje de obedecer las órdenes del Gobierno español que afectan al proceso, o que las dejen en manos de la Policía Nacional o la Guardia Civil. Algo a lo que los máximos cargos de Interior se niegan en redondo, desde el consejero, Jordi Jané, al jefe policial del cuerpo, Josep Lluís Trapero, que en una reunión en mayo con algunos representantes de la CUP ya les advirtió de que iban a cumplir con la ley vigente.
Hasta ahora, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha cerrado filas con Jané, exdiputado en el congreso, al que la CUP pide que dimita. “No solo no hay motivos para la dimisión ni el cese del ‘conseller’ sino que hay motivos para estar a su lado y de los Mossos que cumplen su trabajo”, dijo Puigdemont en declaraciones a Ràdio 4. Y subrayó las “bases sólidas y de rigor” que esperan los ciudadanos de sus dirigentes para “construir un país nuevo”.
Los anticapitalistas piden la dimisión de Jané desde diciembre, cuando la Audiencia Nacional ordenó la detención de cinco personas vinculadas a la CUP por no atender la citación por videoconferencia por la quema de fotografías del rey Felipe VI durante la Diada. Lo que enervó a los anticapitalistas fue descubrir que los Mossos habían actuado “de oficio”, es decir, sin la orden directa del juez o la fiscalía ante la quema de imágenes.
Y escenificaron su descontento con la rotura de fotos del Rey en el Parlament y con una quema popular de instantáneas en una quincena de ayuntamientos, en la que participaron varios diputados y concejales de la formación anticapitalista. La Fiscalía ha ordenado a los Mossos que identifique a todas esas personas, en una llamada reiterada a perseguir los delitos contra la Corona en Cataluña. Lo que previsiblemente desencadenará nuevas citaciones de la Audiencia Nacional desobedecidas y nuevas detenciones por parte de los Mossos d’Esquadra.
Antes, también los Mossos detuvieron a la alcaldesa de Berga, Montserrat Venturós (CUP), por no atender en dos ocasiones la citación del juez por un delito electoral por negarse a retirar la estelada en jornada electoral. Su abogado, y a la vez diputado de la CUP en el Parlament, Benet Salellas, criticó duramente el fondo, pero sobre todo la forma: que Venturós fuese detenida a las siete de la mañana, en su casa, cuando estaba sola. “Si lo que quieren es cumplir órdenes, hacerlo de madrugada no es la fórmula que esperamos”, denunció Salellas. “Lo más normal habría sido ir a detenerla a plena luz del día y en el Ayuntamiento, cuando todo el mundo pudiese ver qué pasaba”, añadió.
Una petición que semanas después se cumplió al detener al concejal del Ayuntamiento de Vic, Joan Coma (CUP), investigado por la Audiencia Nacional por un delito de incitación a la sedición por decir en un pleno que “para hacer la tortilla hay que romper los huevos”. Coma fue informado de que iba a ser detenido y pactó con los Mossos hacerlo en el Ayuntamiento de la localidad catalana. “El Estado español me detiene. Aprovechemos todo lo que nos une para plantarle cara colectivamente. Un abrazo a todos, de todo corazón. Amor eterno”, escribió Coma en un tuit, descargando de culpa a la policía catalana.
“Saquen a los Mossos del debate político”, repite Jané cada vez que es preguntado sobre el papel de la policía en la independencia. Entre los mandos policiales tampoco se plantean dudas sobre cómo deben proceder ante situaciones ordenadas por los jueces. “Somos una policía judicial. Si quieren cosas distintas, entonces que cambien la ley” aseguran fuentes policiales.
“Al lado del pueblo”
La CUP no ha condicionado su apoyo a los presupuestos a la dimisión de Jané, que siguen pidiendo. Pero sí han presionado para conocer qué harán los Mossos si un juez ordena retirar las urnas en caso de un hipotético referéndum. “Los Mossos estarán al lado del pueblo de Cataluña, de sus instituciones y de la legalidad vigente”, respondió Jané en una comisión parlamentaria.
A todo ello se suma la preocupación por la reacción del Gobierno español ante una convocatoria de esas características, de manera unilateral. Temen que una interpretación de la Ley de Seguridad Nacional, aprobada en septiembre y avalada por el Constitucional, permita a Rajoy tomar el mando de los Mossos alegando una situación de emergencia nacional en la defensa de España. Algo que diversas fuentes policiales dan por descontado que pasaría en una situación de atentado terrorista.
Los anticapitalistas consideran que llegará el momento en el que los Mossos deberán “dejar de actuar contra el independentismo”. “Jané no está a la altura del momento político”, reprochó la diputada de la CUP Anna Gabriel sobre el consejero catalán. Pero Interior no baraja esa posibilidad, aunque sí se mide las repercusiones políticas de cada paso en la estabilidad de un gobierno equilibrista que depende en buena parte de la CUP, que además mantiene históricamente una relación difícil con la policía catalana.