ABC 23/09/15
· Junto con Ramón Sagarzazu, diseñaban la estrategia de la banda con vistas a las elecciones generales
Agentes de la Guardia Civil y de la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI) francesa dieron ayer el golpe definitivo a ETA, con la detención de los dos cabecillas que le quedaban, David Pla e Iratxe Sorzábal. Ambos, que portaban sendas pistolas, acudían a una cita en una casa rural de SaintÉtienne-de-Baïgorry, cerca de la frontera con Navarra, para ultimar nuevas argucias ante las próximas elecciones generales. La captura, junto a ellos, de Ramón Sagarzazu, «Ramontxo», un veterano terrorista que ha participado en la preparación de planes para negociar con el Gobierno, avalan esta hipótesis. En documentos internos, la banda confía en un próximo gobierno presidido por Podemos, al que pretendería tentar con nuevas ofertas trampa.
La operación Pardines, bautizada así en homenaje al guardia civil asesinado por la banda el 7 de junio de 1968, es fruto de una laboriosa investigación iniciada hace ya tiempo en torno a ambos cabecillas. Ha sido clave el rastro dejado por el entorno de Iratxe Sorzábal. Rastro que llevó a los agentes hasta la casa rural Agorerrek, de tres plantas, situada a pocos kilómetros de Saint-Étienne-de-Baïgorry. Un paraje solitario, lo que dificultó el despliegue del dispositivo preparado días antes y que sin embargo se pudo llevar a cabo sin llamar la atención.
Sorzábal y Pla llegaron a la citada vivienda momentos antes del arresto procedentes de sus respectivos escondites, para mantener una reunión, a la que también estaba invitado Ramón Sagarzazu, «Ramontxo», un veterano curtido en el terror durante los «años de plomo». La cita estaba catalogada de «máxima seguridad». Era el momento adecuado para intervenir. Ni Sorzábal ni Pla opusieron resistencia. Tampoco «Ramontxo», ni el cuarto detenido, Pantxo Flores, propietario de la casa, que tiene antecedentes por colaboración con la banda.
Tras los arrestos, los agentes registraron la vivienda, en la que se incautaron de valiosa documentación informatizada. Será clave para reconstruir los movimientos internos de ETA en los últimos años y, lo que da más trascendencia al operativo, conocer los planes de los cabecillas de aquí a las próximas elecciones generales.
Contactos internacionales
Iratxe Sorzábal y David Pla eran los dirigentes que controlaban personalmente los contactos internacionales de la organización terrorista: «lobby» de Bruselas, Conferencia de Ayete, Conferencia de Bayona, verificadores y mediadores encabezados por un Brian Currin a quien le sorprendió la redada de visita en el País Vasco. Resulta significativa la asistencia a la cita de «Ramontxo», antiguo integrante del «aparato internacional», que fue puesto en libertad en libertad en 2012, tras cumplir 10 años de prisión en Francia.
Con anterioridad, «Ramontxo» fue arrestado en Romans Sur Isère, en mayo de 2005. Entonces se dedicaba a preparar planes para que el Gobierno negociara con ETA, tal y como acreditó un lápiz de memoria que se le intervino. En el documento, con fecha de 16 de mayo de 2005, se aludía a un encuentro en el que había participado Sagarzazu con intermediarios de «una ONG del Premio Nobel» –Fundación Henri Dunant– y con un representante del Ejecutivo de Zapatero –Jesús Eguiguren– para fijar las lenguas de la negociación (español y francés) y el lugar (un pueblo de los Pirineos). Finalmente algunos de los encuentros se celebraron en Noruega, entre «Ternera» y Eguiguren. «Ramontxo» ha sido uno de los muchos etarras acogidos en su día por el régimen chavista.
La presencia de los tres avala la hipótesis de que, a menos de tres meses de las elecciones generales, ETA preparaba nuevas propuestas trampas para negociar «paz por presos», con la esperanza puesta en un ejecutivo presidido por Podemos o el PSOE. La formación de Pablo Iglesias se ha mostrado de acuerdo con reagrupar a los presos en el País Vasco y Navarra, como anticipo de su excarcelación.