EL MUNDO – 20/11/15
· Cambio de discurso de la CUP. La formación antisistema se abrió ayer por primera vez a apoyar la investidura de Artur Mas, pero será su militancia la que tenga la última palabra y determine el futuro político del líder de Convergència en una votación vinculante. Las bases de los anticapitalistas tomarán la palabra el 29 de noviembre en una asamblea decisiva para el proceso soberanista.
Fuentes de la CUP precisaron no obstante que, antes de llegar a ese escenario, es preciso que Junts pel Sí presente «una nueva propuesta sustancialmente diferente» a la que la coalición que integra a CDC y ERC llevó al frustrado debate de investidura en el que la reelección de Mas fue abortada por dos veces. En aquella ocasión, el líder de Convergència ofreció mantenerse en la Presidencia de la Generalitat como una figura fundamentalmente institucional y delegar la parte ejecutiva en tres vicepresidentes: Raül Romeva, Oriol Junqueras y Neus Munté. Además, proponía a la CUP someterse a una cuestión de confianza a los 10 meses para revalidar el apoyo al nuevo Govern o retirárselo.
En anteriores ocasiones, Antonio Baños había sido muy explícito a la hora de rechazar a Artur Mas, pero ayer, al ser preguntado sobre si la nueva propuesta de Junts pel Sí debería excluir al líder de Convergència, el jefe de filas de la CUP se mostró mucho más ambiguo. «Esperamos una nueva propuesta. Punto», dijo Baños.
Los antisistema parecen haber cambiado la estrategia para atar el mayor número de contrapartidas a cambio de sus votos. Ayer subrayaron como innegociable la aceptación del paquete de medidas económicas y sociales que hicieron público tras su segundo no a Mas en el Parlament y entre las que destacaban revertir las últimas privatizaciones realizadas por CiU, expropiar pisos con fines sociales, eliminar peajes o impulsar una renta mínima.
Baños subrayaba ayer que esas peticiones están lejos de poder ser consideradas anticapitalistas y reclamó abiertamente a Junts pel Sí que abandone el «chantaje» como fórmula negociadora, después de una semana en la que el conseller de Economía en funciones, Andreu Mas-Colell, ha afirmado que prefiere volver a convocar elecciones antes de ceder a las pretensiones de la CUP; o en la que el ex conseller de Presidencia, Francesc Homs, ha asegurado que el proceso independentista carece de «fuerza suficiente» para llegar a buen a fin.
«Abandonen toda esperanza», advirtió ayer Baños a los sectores «neoautonomistas» –dijo– de Convergència partidarios de «volver a situar la negociación con Madrid en el centro del debate independentista» aprovechando las cercanas elecciones generales. El líder de la CUP celebró el «nerviosismo» de la «oligarquía» que rechaza ceder a su partido la batuta del nuevo Gobierno catalán y advirtió: «No hay marcha atrás».
EL MUNDO – 20/11/15