La ‘doctrina Parot’ tiene en prisión a los condenados por López de Hoyos

EL MUNDO 22/06/13

· Marimar Blanco pide que se conozca a los autores de los atentados aunque éstos prescriban.

· Los etarras José Gabriel Zabala Erasun y Gonzalo Rodríguez Cordero, los dos únicos condenados por haber colaborado en el atentado de la glorieta López de Hoyos, en el que fueron asesinadas seis personas y otras 20 resultaron heridas, están en estos momentos en prisión porque se les aplicó la doctrina Parot.

Los dos ingresaron en la cárcel en octubre de 1993 respectivamente y, por lo tanto, se les aplicó el Código Penal de 1973, en el que se redimía condena desde un máximo de 30 años. Ambos solicitaron la libertad realizando el cálculo a partir de aquella legislación, pero el Tribunal Supremo denegó su solicitud.

El 27 de septiembre de 2010 el Alto Tribunal remitió su negativa a Cordero y el 26 de mayo de 2012 a Zabala. Cabe deducir que sin éste cómputo, cuya validación está pendiente en estos momentos del Tribunal de Estrasburgo, estos dos terroristas, clasificados hoy en primer grado en sus respectivos centros, estarían en la calle desde entonces y pueden estarlo próximamente si el Tribunal europeo no lo remedia.

Pablo Romero, el hijo de uno de los siete asesinados en este atentado, el coronel Juan Romero, consiguió el jueves, in extremis, evitar la prescripción de la causa justo horas antes de que se cumpliesen 20 años. El tiempo ganado por Pablo Romero, también periodista de EL MUNDO, tuvo ayer una enorme repercusión en muchos ámbitos, pero muy especialmente entre las víctimas de ETA, quienes mostraron el enorme respeto que les merece que hubiese rehusado resignarse y hubiera lanzado el mensaje de sí se puede buscando la prueba clave.

La presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Marimar Blanco, mostró su satisfacción por el hecho de que se haya logrado frenar un nuevo caso de «impunidad de los asesinos». «Vuelve la esperanza para unas familias que veían que se iban a quedar sin saber quiénes son los que acabaron con la vida de los suyos», dijo. Blanco defendió la necesidad de un relato final de lo que ha pasado en el que aparezcan los nombres y apellidos de todos y cada uno de los asesinos. Defendió que no se puede cerrar página sin saber la verdad de todo, sin que los familiares conozcan quiénes acabaron con los suyos. «Será un relato justo cuando sepamos todo», enfatizó.

«Hablamos de Justicia. Hablamos de buscar el fin de la impunidad». Recordó que desde la Fundación, desde hace años, se han puesto en marcha mecanismos e iniciativas que perseguían precisamente este objetivo. «Nos hemos reunido en varias ocasiones con el fiscal general del Estado que nos ha trasladado siempre su intención de apostar por nuestras peticiones. Incluso pedimos que, aunque los casos estén prescritos y no se pueda actuar ya contra nadie, se siga investigando para saber quiénes fueron los autores de los crímenes. Se trata del derecho a la verdad que tienen las víctimas. Seguiremos dando la batalla. Queda una lista demasiado larga de casos sin resolver y con demasiada impunidad», enfatizó.

No obstante, a ninguna de las víctimas se le escapa que, aparte del indudable valor de lo ocurrido con éste atentado, es muy difícil que el tiempo ganado se transforme en datos. Zabala y Cordero fueron condenados por colaborar en un atentado del que se desconocen los autores materiales, como ocurre en otros 326 casos. La pista que ha logrado evitar su prescripción venía contenida en el folio 825 del sumario y señala a Gorosti como autor intelectual, dado que entonces lideraba ETA.

Gorosti es otro de los alias de Iñaki de Rentería y no es la primera vez que este terrorista se enfrenta a una situación similar. Hace dos años, en julio de 2011, el mismo alias hizo que la Guardia Civil le detuviera por ordenar la prolongación del secuestro de José Antonio Ortega Lara, cuando habían transcurrido seis meses.

Uno de los etarras involucrados había asegurado que fue Gorosti quien dijo al comando que «las negociaciones estaban muy duras, no veían solución» y había que aguantar. Este terrorista negó haber dicho nada cuando fue llamado de nuevo a declarar. Este terrorista era Jesús María Uribetxeberria Bolinaga, en libertad desde hace casi un año por encontrarse enfermo de cáncer, aunque, según los médicos, podía haber seguido el tratamiento en prisión. Gracias a él Gorosti, también Iñaki de Rentería, se encuentra en libertad, porque el juez Pedraz consideró que sin ese testimonio no había pruebas.

Las situaciones vergonzosamente paradójicas saltan cada vez que se araña mínimamente la superficie de la situación. El siguiente caso de atentado que va a prescribir sin que se conozcan sus autores es precisamente el posterior al de la masacre de López de Hoyos. Fue asesinado el guardia civil Juvenal García en Andoain (Guipúzcoa ). Prescribirá en septiembre pasado. El día 16.

Y un dato más: el último atentado prescrito, parcialmente, antes del de la glorieta fue, según los datos provisionales de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, el que costó la vida a Julio Cesar Sánchez Rodríguez, en octubre de 1986. Prescribió en 2009 en la parte relativa a Armando Tormo, un colaborador. Fue condenado también Pototo por participar, pero nunca se supo quién fue el autor material, aunque algunas declaraciones señalasen a Carmen Guisasola Gorda.

Guisasola, relacionada con una veintena de asesinatos, se fue de ETA y se apuntó a la vía Nanclares. Por este motivo recibió permisos que le permiten vivir prácticamente en libertad. Aunque la ley lo exige, nunca ha dado, que conste, una pista para el esclarecimiento de los asesinatos sin resolver. Pero sí se permite el lujo de publicar libros solicitando «una reflexión sobre el pasado».

 

ETA, cada domingo, junto al Guggenheim

> El PP de Bilbao presentó ayer una iniciativa en el Ayuntamiento para prohibir las concentraciones a favor de los presos de ETA que se celebran los domingos en la explanada del Museo Guggenheim, ante cientos de turistas.

> La medida se debatirá en el próximo pleno municipal, según informó su portavoz, Cristina Ruiz, quien, además, instó al PNV a implicarse alegando que «son otros tiempos» y «no se puede seguir con tanto consentimiento». Ruiz insistió en que no es «de recibo» que se ensalce «la imagen de quienes han causado tanto terror».

EL MUNDO 22/06/13