La economía europea atraviesa un momento de crecimiento mortecino

Ignacio Marco-Gardoqui-El Correo

Lo bueno que tienen los datos económicos que se van publicando estos últimos meses es que sirven para todo. Por ejemplo, el publicado ayer sobre el mercado laboral es un buen ejemplo. Le sirve al Gobierno para asegurar que la ‘moto’ que traslada a nuestra economía prosigue su avance imparable a ritmo de Gran Prix. Para ello se fija en el hecho cierto de que la afiliación aumentó en el mes de junio en 54.000 trabajadores, hasta alcanzar un nuevo récord. Mientras que el paro bajó en 50.300 personas adelgazando las agobiantes listas que los agrupan. Como cabía esperar, ha sido el sector servicios el que aúpa al empleo del país, empujado a su vez por el viento favorable de una excelente recuperación del turismo y de los sectores que viven de él, como la hostelería y la restauración. Nada menos que 72.300 nuevos cotizantes desarrollan su labor y cobran su sueldo de dicho sector.

Pero también sirve para que la oposición asegure que todo apunta a un frenazo de consideración de la actividad y, en consecuencia, del empleo. Para justificarlo puede aducir que el dato de cotizantes es menor que el estimado por los analistas (BBVA Research esperaba un ascenso de casi 80.000 personas); que desestacionalizado se queda en tan solo 10.000 y que la velocidad de crecimiento se ralentiza a gran velocidad. En el primer trimestre creció a ritmo de 80.000 personas al mes y en los dos primeros meses del segundo trimestre a 67.000 cada uno de ellos. También puede decir, sin faltar a la verdad, que el frenazo se une a una pérdida de la calidad del empleo ya que los contratos firmados (1.492.000 en el mes) han sido un 15,6% menores que hace un año y de ellos, los indefinidos bajan el 3,3% en el mes, lo que empuja a la temporalidad hasta un 56,5%, desmonta gran parte del discurso gubernamental y elimina varias plumas del penacho de la señora Yolanda Díaz que ha sustentado sobre este tema su discurso y su prestigio.

Esta evolución del empleo viene a corroborar esa desagradable impresión de que la economía europea atraviesa un momento de crecimiento mortecino que rozará la recesión, si es que al final consigue evitarla. Y será muy difícil que la economía española –de la que todos esperan un mejor desempeño–, consiga mantenerse al margen y resultar indemne de esa flojera europea. Pero, ya vendrá el otoño y nos preocuparemos de ello. De momento nos entretendremos con las elecciones… que están muy reñidas. Por cierto, ¿cuál será la razón por la que el Ministerio de Trabajo sigue sin publicar la lista de los fijos indefinidos que no trabajan? Haga el favor, no me sea malpensado…