EDURNE URIARTE, ABC – 04/11/14
· Sustitúyase en España la política internacional por la ruptura de la nación y la corrupción, y también aquí, la economía no basta.
Tomo prestado un titular sobre Estados Unidos de Emili J. Blasco en una de sus últimas y excelentes crónicas desde Washington. Para analizar la situación norteamericana, pero también la española. Porque allí puede ocurrir hoy, en las elecciones legislativas, que los republicanos avancen en la Cámara de Representantes y lleguen a controlar el Senado. A pesar de la mejora de la situación económica. He ahí la paradoja de estas elecciones y de la presidencia de Obama. Que cae el voto demócrata, según todas las encuestas, justamente cuando mejora la economía. Lección de Ciencia Política para los demócratas americanos… y para la derecha española.
No creo que España se haya vuelto chavista y que la extrema izquierda populista llegue al Gobierno, como augura una encuesta. Pero una cosa es esa y otra la confianza ciega en la gestión económica para ganar unas elecciones por parte del Gobierno del PP y de sus asesores. Porque la realidad política muestra una y otra vez que la economía es solo uno de los factores del comportamiento electoral y que su influencia puede ser justamente la contraria a la esperada. Como le puede pasar hoy a Obama. O como le pasó a Mitt Romney en las pasadas presidenciales. Él era el mejor gestor posible para la economía, y, además, pensaba que una mala situación económica impediría un segundo mandato de Obama, como recordaba Ross Douthat el domingo en TheNewYorkTimes («How Obama lost America»), Y, sin embargo, Obama ganó con un 8% de paro, pero hoy los suyos pueden perder con un 6%.
¿Por qué? ¿Porque la mejora económica no ha llegado aún a las familias, como destacan algunos analistas? Puede que sea parte de la explicación de la misma manera que pudiera ser un problema para el voto al PP dentro de unos meses. A lo anterior se suma un dato más relevante y es que los estadounidenses tienen la percepción de que los republicanos gestionan mejor los asuntos económicos que los demócratas. Según una encuesta del Pew Research Center de octubre, los republicanos ganan claramente a los demócratas en la percepción de los votantes sobre la gestión en tres áreas, control del déficit, economía e inmigración. O que hay mejora económica, pero prefieren que la dirijan los republicanos. Razones económicas, sí, pero contradictorias y confusas, como lo eran cuando los españoles votaban a Zapatero en tiempos de abundancia económica por mucho que supieran de la eficacia de la derecha en la gestión de la economía.
A lo que se suman las otras razones, las que no son económicas. Sobre todo, la política internacional, en un país que quiere seguir liderando el mundo. Ahí sitúan los votantes el mayor fracaso de Obama y de los demócratas que pierden estrepitosamente en este campo según la misma encuesta del Pew. Quienes llegaron al poder prometiendo que iban a pacificar el mundo sin recurrir a la guerra se han encontrado con que la amenaza del fundamentalismo islámico es aún peor que la dibujada por Bush. Y que persiste el avance yihadista frente a la desorientación y las dudas de Obama.
Sustitúyase en España la política internacional por la ruptura de la nación y la corrupción, y también aquí, la economía no basta. Son precisos el liderazgo y la fortaleza en la política. Allí donde un chavista como Iglesias, increíble, puede lograr sonados apoyos ciudadanos, periodísticos e intelectuales. Por el vacío de otros liderazgos.
EDURNE URIARTE, ABC – 04/11/14