EL MUNDO – 12/08/14
· La Ertzaintza ha alertado a todos sus agentes de un posible atentado yihadista que se materializaría mediante el «asalto» a una patrulla para robarles el arma reglamentaria y abrir fuego «indiscriminado» contra civiles.
Fue el pasado viernes cuando la Ertzaintza trasladó a todas sus unidades una alerta por «un posible atentado inminente de carácter yihadista» en el País Vasco. «El modusoperandi de la acción sería mediante el asalto a alguna patrulla uniformada con el objetivo de apropiarse de sus armas de fuego, con las que posteriormente proceder a abrir fuego de manera indiscriminada contra las personas que se encontrasen en las inmediaciones», se lee en un informe confidencial elaborado al respecto por la Guardia Civil de la Comandancia de Vizcaya, al que ha tenido acceso EL MUNDO.
Dos fuentes policiales consultadas confirman que la Policía vasca trasladó ese aviso con ese mismo nivel de precisión a sus agentes el pasado viernes en distintos briefings, las reuniones de trabajo en comisaría antes de que las patrullas de cada turno salgan a la calle. En el marco de estas actuaciones, además, la Ertzaintza habría identificado en las últimas horas en Guipúzcoa a dos ciudadanos de apariencia sospechosa que estaban fotografiando a una patrulla. Tras el análisis de su cámara, se pudo comprobar que tenían más imágenes de policías, por lo que se sospecha que podían haber estado realizando seguimientos en los días anteriores.
Se trataría no tanto de una amenaza específica en el País Vasco, matiza la Ertzaintza, sino de una alerta de carácter europeo agravada por acontecimientos recientes como el bombardeo de Irak iniciado por Estados Unidos. Las Fuerzas de Seguridad del Estado (FSE) han activado a sus servicios de información, dentro y fuera del País Vasco, para analizar el alcance de esa comunicación pero, según el informe de la Guardia Civil, la amenaza hasta el momento «no ha podido ser contrastada» por sus propios medios.
El plan de seguridad del País Vasco presentado el pasado mes de julio por la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, ya refería que el «radicalismo islámico» constituía la principal amenaza terrorista desaparecidos los atentados de ETA desde octubre de 2011. «Se aprecia un significativo aumento de la población islámica, que se supone se mantendrá en el futuro y, por consiguiente, en el aumento del interés de los grupos radicales de nutrirse de la comunidad autónoma vasca», reflejaba el documento.
El Cuerpo Nacional de Policía y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ya tenían fichadas algunas células islamistas en suelo vasco, pero se trataba de «terroristas técnicos», que más que perpetrar atentados formaban parte de redes más o menos organizadas que desarrollaban todo tipo de tareas de apoyo logístico. Su misión principal era la captación de jóvenes para la guerra santa, pero también la financiación de Al Qaeda u organizaciones satélites. Los distintos cuerpos han realizado varias operaciones contra estos grupúsculos en los últimos años.
EL MUNDO – 12/08/14