EL CORREO 18/02/15
· Protege las infraestructuras críticas del país con patrullas de Seguridad Ciudadana, lo que incumple las recomendaciones activadas por Interior tras el atentado de París
La Ertzaintza no utiliza unidades especializadas para proteger las infraestructuras críticas de Euskadi, al contrario de lo que recomienda el plan de prevención y protección antiterrorista de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior para hacer frente a una amenaza «muy alta» de sufrir un atentado terrorista yihadista. A raíz de la matanza en la sede parisina del semanario satírico ‘Charlie Hebdo’ y el secuestro en un supermercado, el Gobierno central decidió aumentar hasta el nivel 3 en intensidad baja (el máximo es el 4) la amenaza terrorista que sufre España.
Según el documento al que ha tenido acceso EL CORREO, la decisión de elevar un peldaño la alerta por riesgo de sufrir un atentado conlleva la adopción de una serie de medidas de seguridad dirigidas, entre otras finalidades, a blindar las infraestructuras críticas del país (centrales nucleares, eléctricas, plantas de regasificación, centros de comunicaciones…). La activación de este grado de alarma implica la movilización de las Unidades Especiales de Intervención y otros grupos especializados de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que se deben dedicar a proteger estos puntos estratégicos. En el caso de la Ertzaintza, sin embargo, la vigilancia de la mayoría de estos centros es realizada por patrullas de Seguridad Ciudadana.
El viceconsejero de Seguridad del Gobierno vasco, Josu Zubiaga, asegura que estos lugares estratégicos están siendo protegidos «desde el minuto 0», desde que a principios de enero se elevó el nivel de amenaza terrorista, «con la seriedad que requiere la situación». El viceconsejero niega que se esté descuidando la seguridad de estos enclaves por destinar patrullas ordinarias a su vigilancia. E insiste en que, más allá del contenido del plan de prevención del Ministerio del Interior, es la Ertzaintza la encargada de definir los «operativos» para garantizar la seguridad en función de una serie de variables. Es decir, Zubiaga asegura que «cada uno define cómo hacer la protección» y recalca que se destinan unas u otras unidades «en función de las tácticas operativas», la valoración del riesgo de cada espacio y la «singularidad» de la «estructura» de la Ertzaintza. «El Estado tampoco puede proteger todas sus infraestructuras críticas con geos. Y además hay que ver cuál es la protección más adecuada», advierte el ‘número 2’ de la consejería que dirige Estefanía Beltrán de Heredia.
Quejas sindicales
En cambio, el sindicato Erne, reciente ganador de las elecciones en la Ertzaintza, ya denunció que los patrulleros a los que se estaba destinando a proteger algunos de estos enclaves durante las 24 horas del día no han «recibido ninguna información» sobre los peligros a los que se pueden enfrentar y asegura que se está poniendo en riesgo su seguridad. En este sentido, la central llama la atención sobre el hecho de que agentes de Brigada Móvil (antidisturbios) o de la Unidad de Intervención se dediquen de forma habitual al «traslado de presos» que no son especialmente peligrosos y no a tareas más comprometidas.
Las vigilancias que se están realizando –opina el sindicato mayoritario a este respecto– son «ineficaces» y ponen en riesgo a los propios policías, ya que no se les ha dotado del material adecuado ni están cualificados «para repeler un ataque con kalashnikov», como el que se produjo en la sede de París de la revista satírica. Desde el Departamento de Seguridad replican que «lo que pone en riesgo a los ertzainas es hablar» en el periódico de las «tácticas operativas».
Según los protocolos del Ministerio del Interior, existen cuatro grados de alerta, del 1 al 4, además del considerado como riesgo cero o situación de normalidad. Cada uno se divide, a su vez, en dos subgrados: de baja y alta intensidad. Desde principios de septiembre, España subió hasta el nivel 2 de alerta después de que las fuerzas de seguridad supiesen del regreso de combatientes yihadistas procedentes de Siria e Irak. El atentado de París decidió al ministerio que dirige Jorge Fernández Díaz a aumentar las precauciones. Según dijo el ministro, «no existe una amenaza concreta sobre España», pero «la movilidad que existe dentro de la Unión Europea» aconseja elevar el nivel oficial de alerta.
Según el plan de prevención del Ministerio del Interior puesto en marcha, el nivel 3 supone una mayor presencia policial y conlleva la inmediata activación de las Unidades Especiales de intervención y reserva de los Cuerpos de Seguridad del Estado. Estos se encargan de controlar y vigilar los espacios donde puedan congregarse grandes masas de personas, así como la protección de las infraestructuras consideradas como «críticas», donde además puede restringirse la entrada solo al personal «necesario». Este grado de alerta también posibilita «alertar» a las fuerzas armadas para su «eventual intervención».