EL CORREO 17/05/13
Los agentes dicen que una comunicación más fluida con los tribunales permitiría «tomar la iniciativa» ante futuras concentraciones
El operativo desplegado por la Ertzaintza en Ondarroa para detener a la colaboradora de ETA Urtza Alkorta fue un «éxito» en la medida en que se alcanzó el objetivo planteado –el arresto de la joven ordenado por la Audiencia Nacional– sin «apenas incidentes», a pesar de que los agentes tuvieron que desarrollar su trabajo en unas condiciones «adversas» y en un clima de «hostilidad». Esta es la sensación que reinaba ayer en la Policía autonómica por el resultado de la operación que permitió desalojar, una a una, a cientos de personas que habían formado un «muro humano» para imposibilitar la detención de Alkorta, condenada a cinco años de prisión por el Supremo por ayudar a transportar explosivos y ejercer de correo entre los miembros de un comando.
El desenlace del operativo de Ondarroa, en el que el Departamento de Seguridad desplegó a 300 agentes, 30 furgonetas y dos zodiacs para evitar incidentes, no evita que entre amplios sectores de la Ertzaintza consideren que la operación podría haber sido «mucho más sencilla de ejecutar», y no se habría montado «tanto revuelo», si existiese una «comunicación más fluida» y «más directa» con los juzgados encargados de dictar las órdenes de detención. «Si nos avisan un poco antes de que se comuniquen formalmente las órdenes de detención podemos ganar el tiempo necesario para diseñar la operación y tomar la iniciativa desde el primer momento», explica un mando policial.
El caso es que, como ocurrió hace pocas semanas con las detenciones de los miembros de Segi en el Boulevard de San Sebastián, cientos de simpatizantes de la izquierda abertzale formaron una acampada durante seis días en una de las principales plazas del municipio vizcaíno para evitar la detención dictada por la Audiencia Nacional, una vez que el Supremo ratificase la condena que pesaba sobre la joven ondarrutarra. Los expertos policiales consideran que la izquierda abertzale ha encontrado en los denominados ‘aske gunea’ un medio «muy eficaz» para «cerrar filas» a nivel interno y poder «mantener su enfrentamiento político con el PNV» y la Ertzaintza, a los que acusan de actuar «contra el pueblo» por cumplir las resoluciones judiciales. Los mismos medios están convencidos de que, vista la «repercusión» que han obtenido tanto en San Sebastián como en Ondarroa, es previsible que el movimiento abertzale organice nuevos «muros populares» para boicotear detenciones de personas condenadas por su relación con las actividades de ETA.
Por eso, desde la Policía autonómica insisten en que una comunicación «más efectiva» y con «más celeridad» con los estamentos judiciales «facilitaría la labor de los policías» y «minimizaría» el impacto de estas concentraciones. «Este caso ha salido bien. ¿Pero qué habría ocurrido si alguien hubiese resultado herido o se hubiesen producido enfrentamientos graves?», se preguntan los mismos medios.
Elogios a la actuación
En este sentido, uno de los próximos episodios podría producirse a partir del próximo día 28. El Supremo revisará a partir de esa fecha una condena de 6 años de cárcel impuesta el pasado junio por la Audiencia Nacional a cuatro miembros de Segi y Ekin por pertenencia a la banda terrorista. Según la agencia Europa Press, plataformas de la órbita de la izquierda abertzale como Eleak ya están estudiando poner en marcha iniciativas similares para evitar los arrestos de estos individuos. Este colectivo ha convocado una asamblea el próximo día 23 en Pamplona para concretar el modo de llevar a cabo una «red solidaria» con los condenados, en cuyos domicilios se encontraron diversos manuales de la organización ilegalizada y material que podría destinarse a actos de kale borroka, según la sentencia de la Audiencia Nacional. «Pretendemos crear una gran red de solidaridad activa que defienda a estos ciudadanos y en el futuro a todas las personas que se vean perseguidas por su actividad política», apunta el documento de Eleak.
Desde el Departamento vasco de Seguridad se limitaron ayer a reconocer que estas comunicaciones son «mejorables», y prefieron centrar el foco en el «buen hacer» de la Ertzaintza a pesar de que las circunstancias «no eran para nada sencillas».
Erne, el sindicato mayoritario de la Ertzaintza, también elogió a los agentes que intervinieron en el operativo. Además, con independencia del momento elegido para la operación, se felicitó por el hecho de que se esté «cumpliendo» una de sus «reivindicaciones», como es que los dispositivos sean «contundentes en número de efectivos y en seguridad».