EL MUNDO 30/05/14
· Solicita sustituir a los 12 agentes que le vigilan por una pulsera alegando «lesividad» a su imagen
La Ertzaintza ha pedido a la Audiencia Nacional que ponga una pulsera telemática a Josu Uribetxeberria Bolinaga para reducir así el dispositivo de vigilancia sobre su domicilio, haciéndolo «más discreto» y evitando la «lesividad mediática [sic]» que supone para el etarra y su entorno. La propuesta ha sido remitida al juez Ismael Moreno, encargado de investigar la participación del etarra en el asesinato de un guardia civil en 1986. El magistrado ordenó en abril su arresto domiciliario, acabando así con la libertad de movimientos de que disfrutaba desde que, hace casi dos años, fue excarcelado por padecer un cáncer terminal.
En su escrito, la Ertzaintza explica al magistrado que ha tenido que destinar una docena de agentes para cumplir con su orden de mantener vigilado el domicilio de Bolinaga y de acompañar al etarra en todas sus visitas médicas, único motivo por el que está autorizado a abandonar su casa.
La policía autonómica indica que la pulsera permitiría un dispositivo de vigilancia con menos efectivos, menos aparatoso y sin que supusiera agravar la situación del etarra. Precisa que, a su juicio, esa «pulsera telemática por radiofrecuencia» que propone no implicaría una intromisión en la «intimidad» del etarra, puesto que no ofrecería datos sobre la ubicación exacta en cada instante, sino sólo «en determinados horarios».
En el auto del pasado 3 de abril, el juez explicó que la prisión incondicional de Bolinaga «se llevará a cabo en su domicilio con las medidas de vigilancia necesarias» y que el imputado «sólo podrá salir de su domicilio durante las horas necesarias para el tratamiento de su enfermedad, siempre con la vigilancia precisa».
La respuesta del magistrado a la petición de la Ertzaintza ha sido reclamar la opinión de la Fiscalía, que ha contestado que, en principio, el modo en el que se cumple la orden de vigilancia no corresponde al tribunal, sino a las Fuerzas de Seguridad. Añade que, sin embargo, al tratarse de una medida que puede considerarse invasiva emitirá un informe, si bien antes quiere saber si Bolinaga aceptaría ponerse la pulsera.
La prisión provisional de Bolinaga implicó la suspensión de la libertad condicional acordada en 2012 por la Sala de lo Penal de la Audiencia, ya que ambas medidas eran incompatibles. Las condiciones de esa libertad le permitían moverse libremente por Mondragón (Guipúzcoa).
En el auto en el que decretó su prisión domiciliaria, el juez señaló a Bolinaga como el autor material de los disparos que la noche del 8 de junio de 1986 acabaron con la vida del cabo primero de la Guardia Civil Antonio Ramos Ramírez en la localidad de Mondragón, la misma en la que hoy reside el etarra.
Dentro de la misma investigación, el juez acordó también la prisión incondicional de los otros dos miembros del comandoBellotxa imputados por el asesinato: José Luis Erostegi (que supuestamente acompañó a Bolinaga al hacer los disparos) y Javier Ugarte (que esperaba en un coche para la huida). Ambos estaban ya en prisión cumpliendo largas condenas.
La reapertura de la causa fue reclamada por la Fiscalía el pasado 19 de febrero, después de recibir un informe de la Guardia Civil que apuntaba al secuestrador de Ortega Lara y a sus dos compañeros de comando como los autores del atentado.