ABC 19/04/13
La Ertzaintza ultimaba anoche el dispositivo para desmantelar la acampada que varios cientos de simpatizantes de Sortu han instalado en el centro de San Sebastián, con autorización de su alcalde bildutarra, y proceder así a la detención de los ocho militantes de Segi condenados recientemente por el Tribunal Supremo a seis años de cárcel.
El pasado viernes, el portavoz del PP en el Ayuntamiento donostiarra, Ramón Gómez, consideró un escándalo la acampada, máxime cuando la autorización correspondiente fue solicitada por uno de los condenados. Los populares tienen previsto presentar una denuncia ante la Policía Municipal al entender que se está incumpliendo numerosas ordenanzas, ya que los proetarras han instalado un escenario, varias tiendas de campaña y diversos tenderetes, desde donde se profieren consignas, se insulta a los concejales, a excepción de Bildu, que se dirigen al Consistorio y se despliegan pancartas. Además, cocinan en la vía pública y consumen abundante alcohol, de día y de noche, dificultando el tráfico en la zona y perjudicando a los vecinos.
Pero lo que parece más grave, si cabe, es la complicidad del alcalde de Bildu, Juan Karlos Izagirre, que con la cesión de este espacio está obstaculizando la labor de la Ertzaintza, que debe cumplir ya la orden de detención cursada por el Tribunal Supremo. El regidor, además, les ha entregado la llave de una instalación municipal donde se controlan las cámaras de seguridad instaladas en los aledaños de la parte vieja.
Dos intentos fallidos
Durante la madrugada de ayer, varias dotaciones de la Policía autonómica se acercaron a la zona, hasta en dos ocasiones –sobre la una y las cuatro–, pero los proetarras, vigilantes, se percataron de ello. Hicieron sonar los claxon de sus vehículos y de inmediado llegaron refuerzos con los que montaron una «muralla humana» para blindar a los prófugos.