La esgrima catalana

TONIA ETXARRI, EL CORREO – 03/12/14

Tonia Etxarri
Tonia Etxarri

· Los dos persiguen, en realidad, idéntico objetivo en su plan de ruptura con el resto de España. Pero las discrepancias sobre el camino elegido para llegar a su gloria (independentista) son tan profundas que no les queda más remedio que batirse en duelo. Están en ello. Es cuestión de liderazgo en la causa independentista, que es lo que se disputan desde que salió victorioso Artur Mas tras el 9-N porque logró movilizar a un tercio de ciudadanos a la chapuza de aquella consulta. Y Junqueras, que tuvo en guardia al presidente de la Generalitat durante tanto tiempo, ahora no se resigna. Por lo tanto, sigue en pie el desafío doméstico, que tuvo ayer su penúltimo episodio con la actuación del líder de ERC.

Desde que el máximo responsable de CiU retó a Junqueras proponiendo convocar unas elecciones anticipadas con carácter «plebiscitario» no ha cesado este juego de esgrima. Alrededor de los dos se han ido colocando observadores de diversas categorías. Al fondo, Iniciativa y, más allá, el PSC. En la fila cero, más cerca que la CUP, los lobbys de la Asamblea Nacional de Cataluña y Òmnium Cultural que, en el último tiempo del duelo, han cambiado de bando. Se han pasado de Esquerra a los planes del president.

Junqueras ha disimulado la presión a la que está siendo sometido desde el pasado 9-N por Artur Mas, que pretende que los demás nacionalistas se incorporen a su juego en calidad de invitados. Lista única. Programa único. Pensamiento único. Pero no le gustó nada que el presidente de la Generalitat le quisiera forzar en público, la pasada semana, a aceptar sus condiciones.

Los dos tienen tantos intereses comunes que ERC acaba de salvar a Artur Mas de comparecer ante la comisión del Parlamento catalán sobre la corrupción. Exhibiendo una excusa preocupante. Defendiendo que no comparezca «por lo que representa la figura del presidente». ¿Carta blanca al margen de los hechos? ¿La figura institucional quedaría al margen de la ley? Pero estos son los valores que algunos manejan en la política catalana. En el revés de sus coincidencias independentistas, mantienen su disputa por el liderazgo de este proceso.

Ayer, Oriol Junqueras insistió en su apuesta por unas elecciones anticipadas. «Inmediatas», llegó a decir. Pero nada de candidatura única. Elecciones ya. Gobierno de concentración. Ejercer como un Estado. Con Constitución propia y referéndum. Un proceso más directo que el de Más para el que no prevé el «totum revolutum».

Artur Mas tiene las de perder si no presenta su plan en una lista difuminada con otras sensibilidades políticas porque la marca CiU está amortizada. Y Junqueras calcula que si une su candidatura a la del jefe de la Generalitat obtendrá menos apoyos que si concurren de forma separada. No es una percepción. Se lo cuentan los últimos sondeos de voto.

Por eso, el líder de Esquerra quiere que se visualicen en las urnas los votos que obtiene cada cual. Pero la última palabra para convocar elecciones la tiene Artur Mas. A pesar de que él mismo limitó esa posibilidad al condicionarla a la lista única, no tiene muchas alternativas. Los dos jugadores de esgrima tendrán que seguir batiéndose en duelo; es decir, negociando.

TONIA ETXARRI, EL CORREO – 03/12/14