La actividad terrorista de ETA y las ramificaciones internacionales de la banda no sólo son objeto de noticias sino que en alguna ocasión han sido utilizadas para publicar informaciones sin la correspondiente confirmación. El autor analiza así la ética de algunos medios de comunicación en este medio digital francés que fomenta el debate entre sus miembros.
México: periodistas asesinados, periodismo asesino
Jean-Pierre Petit-Gras
Atenco, 5 de abril de 2010
El pasado 25 de marzo, la Unesco publicaba un informe inquietante sobre las muertes de periodistas en el mundo. Ahí aparecía que México, desde hace años, ha arrebatado a Colombia el poco envidiable segundo puesto de recuentos macabros. Justo después de Irak donde, como diría un presidente bling bling*, reporteros imprudentes hacen que un tanque americano dispare, a la ventana de su hotel …
Para aquellos que ya no leen más que la prensa “alternativa”, es difícil saber si los “grandes” periódicos han utilizado ese informe.
Para aquel que sigue la actualidad mexicana y latinoamericana desde hace años, las cosas están bastante claras: los periodistas asesinados pertenecen casi siempre a pequeñas publicaciones locales y son asesinados porque han seguido muy de cerca los comportamientos de políticos mafiosos, de bondadosas multinacionales, portadoras de un “progreso” que destruye la forma de vida de comunidades enteras, o de bandas de las que nunca se sabe muy bien si pertenecen al “crimen organizado” o a las “fuerzas del orden”, o a las dos a la vez.
Pero hay un tipo de periodistas que no se arriesgan mucho. Salvo que, gravemente, dejen de lado la deontología de la profesión. Una deontología en la que se presume que la verificación de las informaciones que se dan al lector forma parte de los deberes elementales de lo que se llama honestidad intelectual.
Dos días después de la publicación del informe de la Unesco, el periódico mexicano Reforma ofrecía toda una página con un pseudo – reportaje sobre un presunto desertor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que habría revelado, desordenadamente, la verdadera cara del subcomandante marcos, la de miembros de la ETA que actúan en el “campo de entrenamiento zapatista de “La Garrucha” y, finalmente, la financiación del EZLN por la organización independentista vasca.
Esta “información” podría hacer reir. El Marcos de la fotografía es un activista italiano solidario con las comunidades zapatistas, Leuccio Rizzo. Centenares de personas reconocieron inmediatamente al hombre joven, quien a su vez pide en vano una rectificación a Reforma. Los “terroristas de la ETA” son mujeres jóvenes, españolas y francesa, que el pasado verano participaban en un campamento internacional (pareciendo ser campesinas zapatistas y miembros de la sociedad civil mexicana, norteamericana y europea) para la construcción del futuro recinto de la Junta de Buen Gobierno (Conseil de Bon Gouvernement, cuyos miembros son elegidos por su comunidad para gobernar en la región, con un sistema rotatorio no remunerado que haría palidecer de envida –o de pavor- a más de un abanderado de la “democracia participativa”).
En cuanto a la financiación del EZLN por la ETA a cualquier aprendiz y mal informado periodista novato, le bastaría con echar una mirada sobre las condenas incendiarias manifestadas por los portavoces de los zapatistas1, para tener un mínimo de prudencia y de verificación de lo que dice el presunto desertor.
Pero eso es pedir demasiado a una prensa cuyo papel es precisamente mentir y manipular la opinión.
La periodista independiente Gloria Muñoz recuerda, en La Jornada del 3 de abril, que hubo un montaje anterior sobre la identidad de Marcos después de la invasión de las comunidades zapatistas por miles de militares mexicanos.
Ésta, más allá de su carácter grotesco, se inscribe perfectamente en el marco del recrudecimiento de la guerra de baja intensidad denunciada por los zapatistas y que estos primeros meses de 2010 se traduce en una multiplicación sin precedentes de las agresiones y provocaciones, en un hostigamiento agotador y mortal, perpetrados por los grupos paramilitares y parapoliciales. El papel de estos últimos, totalmente instrumentalizados por los poderes federales y locales, es empujar a los zapatistas a una reacción violenta, que justificaría una intervención militar masiva, encaminada a exterminar a las comunidades de resistencia, a liquidar toda forma de autonomía y a meter la mano en los recursos naturales y humanos de la región.
Los individuos que conformamos lo que se llama, de forma un poco ingenua, “la opinión pública internacional”, tenemos que mantenernos informados, vigilantes y dispuestos a reaccionar ante una nueva agravamiento. Porque éste se prepara.
Una de las posibles reacciones, y no de las menos saludables, es desconfiar claramente de medios que, como Le Monde y otros centenares de órganos de la prensa internacional, se han apresurado a reproducir esta manipulación total o parcialmente, sin dignarse a publicar las rectificaciones indispensables.
Una reflexión para organizar un gran llamamiento al boicot del turismo hacia México (si a la señora Alliot Mairie no le importa intentar comprender que un llamamiento de estas características no tiene nada de racista, ni de antisemita y que no apunta ni a los blancos, ni a los mestizos, ni a los indígenas) sería otra cosa.
* Bling bling: expresión en inglés que significa, en tono irónico, brillante. (N de T)
1. Ver, por ejemplo, La Jornada del 15 de enero de 2003. Textos disponibles en Internet. (en el original)
Jean-Pierre Petit-Gras, MEDIAPART, 5/4/2010