“La legalización de Bildu nos acerca a una paz negativa, amnésica, basada en la ocultación y el olvido”. Con estas palabras, que van más allá del dolor y la indignación por parte de las familias de las víctimas de ETA tras la presencia de la coalición abertzale en las instituciones, mostró ayer su rechazo a Bildu Josu Puelles, hermano del inspector de policía Eduardo Puelles asesinado por la banda hace dos años.
Durante el emotivo homenaje a esta víctima de ETA celebrado en el aparcamiento de Arrigorriaga (Vizcaya), donde una bomba lapa sesgó la vida de Puelles el 19 de junio de 2009, Josu Puelles leyó una carta de la familia. En ella, los allegados de la víctima critican a los partidos políticos que han “alentado y aplaudido la legalización de Bildu”, y afirman que se está “perdiendo la batalla por la deslegitimación del terrorismo”.
Josu Puelles, hermano de quien fuera la víctima del primer atentado cometido por ETA tras el cambio que se produjo en el Gobierno vasco en las elecciones de 2009, vaticinó: “Asistiremos al enaltecimiento de los asesinos en los Ayuntamientos donde gobierna el brazo político de ETA”. Además, la familia lamentó que aún no se haya materializado el acuerdo adoptado hace un año por la Corporación de Arrigorriaga para dedicar una plaza al agente asesinado.
Entre otras autoridades, al acto asistió el consejero de Interior, Rodolfo Ares, quien señaló: “El mejor homenaje que se puede rendir a las víctimas es que se acabe cuanto antes con ETA”. Durante el homenaje —en el que también estuvieron presentes la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga; la directora de Atención a las Víctimas, Maixabel Lasa; el portavoz de los socialistas vascos, José Antonio Pastor, y el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti—, Ares añadió: “Desde el Gobierno vasco seguiremos trabajando con todos los instrumentos del Estado de derecho para acabar definitivamente con ETA y hacerlo cuanto antes”. En su opinión, esa es la forma de “rendir el mejor homenaje que todas las víctimas están deseando, y que no es otro que acabar lo antes posible con ETA y que, por tanto, no haya más víctimas”.
EL PAÍS, 20/6/11