ABC 30/11/12
El juez Ruz le pidió que informara sobre la admisión de una querella de la AVT
Se opuso a su libertad Fuentes jurídicas resaltan que la pasividad de la Fiscalía choca con su actitud combativa con este etarra El 26 de octubre la AVT presentaba una querella en la Audiencia Nacional contra el etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga por enaltecimiento a ETA. La Asociación Víctimas del Terrorismo denunciaba que nada más poner un pie en la calle tras su excarcelación «por razones humanitarias» —salía para morir en su casa como consecuencia de un cáncer incurable—, el secuestrador de Ortega Lara participó en el homenaje que le rindieron a su llegada a Mondragón tras abandonar el hospital de San Sebastián. La AVT recordaba en su escrito que el auto de libertad condicional dictado por el juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, le prohibía participar en manifestaciones de enaltecimiento y legitimación de la violencia. A juicio de la AVT, Bolinaga era «plenamente consciente del significado que dicha acción estaba constituyendo, que no era otra que alabarle y homenajearle, sin que él mismo mostrara reticencia alguna a su realización». Tres días después de la interposicion de esta querella, el juez Pablo Ruz preguntaba a la Fiscalía si Bolinaga debía ser investigado por los hechos denunciados por las víctimas, que también pedían que se procediera contra los participantes del acto por rendir «homenaje, adulación y justificación de las acciones terroristas». La causa está estancada. Ayer se cumplió un mes desde que el magistrado pidió al Ministerio Público que moviera ficha, que informara de si es partidario de que se investiguen unos hechos que para las víctimas son claramente constitutivos de delito, bien contra Bolinaga, bien contra sus fieles seguidores. Y en todo este tiempo la Fiscalía de la Audiencia Nacional todavía no ha informado sobre la posible existencia de indicios de delito en la actuación del terrorista enfermo o en la de aquellos que organizaron y participaron en este homenaje.
Fuentes jurídicas se muestran sorprendidas por la diligencia e insistente actividad de la Fiscalía de la Audiencia Nacional cuando intentó evitar a toda costa que se concediera la libertad condicional al preso y el «escaso interés» que está mostrando para poner en marcha la maquinaria judicial que implicaría investigar los hechos o, en caso contrario, archivar la querella, si se considera que no hay indicios de delito.
Acusaciones al juez Castro
El etarra Bolinaga abandonó el hospital de San Sebastián más de un mes después de que se acordara su libertad condicional (a principios de septiembre), cuando los médicos ya hicieron todo lo que estaba en sus manos para salvarle la vida. Pero antes la Fiscalía había recurrido el auto del juez Castro, al que llegó a acusar de ocultar informes. Dudó también de los facultativos que le atendían diariamente en el centro hospitalario y cuestionó incluso que le quedaran nueve meses de vida. La Fiscalía «luchó» hasta que cinco jueces avalaron la libertad acordada por Castro.