EL CORREO 17/12/13
· El Ministerio Público también reclama la excarcelación para otro miembro de la banda y para una grapo vinculada con el rapto de Cordón
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido la libertad definitiva de los etarras Francisco Imaz Martiarena y José Miguel Latasa Getaria –que ya está en libertad condicional y que participó en el asesinato de ‘Yoyes’–, así como de la de la grapo Concepción González Rodríguez, condenada por el secuestro del empresario Publio Cordón, en aplicación del fallo de Estrasburgo que derogó la ‘doctrina Parot’.
El más relevante de todos ellos es Latasa. Apodado ‘Fermin’, fue miembro del comando que asesinó en 1986 a la exdirigente etarra María Dolores González Catarain, ‘Yoyes’, quien había vuelto al País Vasco procedente de México tras acogerse a la vía de reinserción. El autor material del atentado fue José Luis López Ruiz, ‘Kubati’, excarcelado hace un mes a raíz también del auto del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Latasa hizo público un comunicado en 1994, firmado por otros cuatro reclusos, en el que calificaba la estructura de ETA de «anquilosada». Tres años después, pidió a la banda que abandonara las armas tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Además, hizo público otro escrito en el que acusaba a Gestoras Pro Amnistía de «controlar y dirigir» a los presos de ETA para que sigan las directrices de «algún iluminado». La organización terrorista le expulsó tras repudiar la violencia. Durante los últimos años ha estado en libertad condicional.
Su nombre salió de nuevo a la luz a principios de año, cuando a través de un escrito colgado en Internet arremetió contra el abogado Iñaki Goioga, candidato de EH Bildu a senador autonómico. En el texto titulado ‘De comisario político de ETAA a senador de España’, Latasa acusaba al letrado de ser la persona que «movía los hilos entre los presos y ETA» y de ser quien llevaba a las cárceles las órdenes de la organización terrorista.
Además, recordaba que nada más entrar en la cárcel, en 1988, le indicaron que Goioaga era «el abogado de Gestoras que mandaba en el colectivo». «Después, con el tiempo, ya fui viéndolo con mis ojos que este elemento era quien movía los hilos entre los presos y ETA. Él venía con las órdenes concretas, y luego ‘Kubati’ y alguno más decían cuándo había que hacer huelga de hambre; plante o las dos cosas y se permitía, incluso en el ínterin, decirnos que tenía esa noche sidrería. Su chulería sobrepasaba los límites de lo normal», añadía Latasa .
Imaz, por su parte, fue un dirigente histórico de los Comandos Autónomos Anticapitalistas que disfrutaba hasta este momento del tercer grado penitenciario. Encarcelado desde enero de 1987, fue condenado a 30 años por varios delitos, entre ellos, los de pertenencia a banda armada, estragos, uso ilegal de vehículos a motor, tenencia ilícita de armas, secuestro, atentado, asesinatos frustrados y daños. Participó en 1983 en un tiroteo contra un convoy compuesto por cuatro vehículos de la Policía Nacional que regresaba al cuartel de Hondarribia en el que falleció el cabo Ramón Ezeqquiel Martínez y resultaron heridos ootros cuatro policías nacionales.
Hace casi 20 años
La miembro de los GRAPO cuya libertad pide la Fiscalía fue condenada a 27 años de cárcel por secuestrar en 1995 a Publio Cordón. Concepción González Rodríguez fue detenida a finales de ese mismo año en un espectacular dispositivo en el que también fue arrestado otro histórico de la banda, Enrique Cuadra EEcheandia.
Ambos fueron capturados en el bbarrio barcelonés de Horta, en una vivienda en la que la Policía sospechaba que estaba Cordón. Los dos activistas no opusieron resistencia, aunque tampoco se localizó al industrial aragonés. La terrorista confesó a la Policía que cuando llegó a Lyon con el empresario le estaban esperando en una casa otros dos grapos encargados de vigilar al empresario junto al dirigente del grupo Fernando Silva Sande. A día de hoy, el paradero de Cordón sigue siendo uuna incógnita.
Desde que Estrasburgo tumbó la ‘doctrina Parot’, la Audiencia Nacional ha dictado la libertad de 61 etarras, aunque sólo 56 han sido excarcelados, ya que cuatro estaban en libertad condicional y al quinto se le ha adelantado la salida de prisión al 25 de diciembre. También han quedado en libertad cinco miembros de los GRAPO y uno de los GAL.