Florencio Domínguez, LA VANGUARDIA, 18/1/12
El apoyo de Francia contra ETA avanzó con Sarkozy, dejando atrás la infausta etapa de Giscard d’Estaing
Pocos acontecimientos son capaces de reunir al actual presidente del Gobierno y a sus tres antecesores en el cargo. Los intereses políticos y las animadversiones personales hacen muy complicado que Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy coincidan. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, obró el lunes el milagro de juntar a los cuatro en el acto en el que el Rey le condecoraba con el Toisón de Oro, la máxima distinción española.
La presencia de los presidentes, junto al Rey y otros altos cargos, resaltaba el agradecimiento de las instituciones españolas hacia Sarkozy por la colaboración incondicional de Francia en la lucha contra ETA desde que el actual presidente era ministro del Interior. La colaboración de Francia ha sido un proceso gradual, que ha ido avanzando paso a paso desde la segunda mitad de los ochenta, dejando atrás la infausta etapa de la presidencia de Giscard d’Estaing.
Ángel Acebes tiene mucha responsabilidad en el establecimiento de estrechos lazos personales con Sarkozy, lazos que se iniciaron cuando el político abulense era ministro y que se mantuvieron durante los años en que fue secretario general del PP. Acebes y Sarkozy coincidieron como responsables del área de Interior de España y Francia, respectivamente, entre el 2002 y el 2004 y afianzaron los mecanismos de colaboración entre los dos países. En octubre del 2001, cuando era titular de Justicia, Acebes firmó los acuerdos de Perpiñán, que supusieron un paso decisivo en la colaboración judicial entre París y Madrid. ETA percibió de inmediato el alcance de los acuerdos y respondió tiroteando a gendarmes: tres ataques a tiros que dejaron a dos militares gravemente heridos, al borde de la muerte. Era la advertencia de los terroristas al Gobierno de París, advertencia que no surtió efectos porque Sarkozy no se dejó intimidar.
La irritación de ETA contra Francia fue a más con el tiempo, hasta el punto de que en el debate interno desarrollado entre el 2007 y el 2008 fueron numerosos los miembros de la banda que propusieron cometer atentados en territorio galo. Entre ellos, Iratxe Sorzabal, Ezpela, considerada actual jefa del aparato político de ETA, que abogó por un doble atentado, uno de ellos en París contra «algo que pueda ser representativo del Estado francés». Con estos atentados pretendía «hacer patente la existencia del conflicto entre Euskal Herria y el Estado francés». Las propuestas no fueron aprobadas porque los etarras eran conscientes de que, por duras que fuesen las actuaciones de París contra la banda, siempre podrían ser peores. Al rechazarlo, algunos se preguntaron si serían «capaces de aguantar la tremenda represión por parte de las fuerzas policiales».
La respuesta era clara. Ni siquiera han sido capaces de aguantar la represión sin atacar a Francia de manera sistemática.
Florencio Domínguez, LA VANGUARDIA, 18/1/12