JULIÁN QUIRÓS-ABC
- Quizá la alfombra roja que les tenía puesta la muchachada de Sánchez era en realidad una celada y podía acabar en un conflicto diplomático y una guerra comercial
Alemania vendió en España casi 700.000 vehículos afectados por el ‘dieselgate’, un fraude para manipular las cifras de emisiones en un escandaloso delito ambiental, pero a ningún diputado de la carrera de San Jerónimo se le ocurrió organizar una comisión para irse a pedir explicaciones en Wolfsburgo. Tampoco ahora que han hecho desaparecer un pueblo entero con una mina a cielo abierto que extrae 35 millones de toneladas anuales del carbón más nocivo. Pero les preocupa el agua de Doñana y la fresa de Huelva, tanto como para montar una junta inspectora aprovechando un boicot del que se están aprovechando sus agricultores. Ayer amanecieron en Madrid y se encontraron con la furia de la radio matinal, la portada de ABC y el revuelo cósmico de Andalucía. Y de pronto zanjaron sus planes, al reparar en que quizá la alfombra roja que les tenía puesta la muchachada de Sánchez era en realidad una celada y podía acabar en un conflicto diplomático y una guerra comercial. En mitad de una campaña electoral.