La Generalitat acepta dialogar con el Gobierno sobre los problemas «reales»

ABC – 29/04/16

· Santamaría y Junqueras escenifican una nueva etapa de relación fluida.

· «Ser útiles» «La meta política es ser útil a los ciudadanos», explicó Junqueras después de la reunión en La Moncloa.

GARCÍASoraya Sáenz de Santamaría y Oriol Junqueras, en el despacho de la vicepresidenta en funciones.
Soraya Sáenz de Santamaría y Oriol Junqueras, en el despacho de la vicepresidenta en funciones.

 

Hace tan solo unos meses, la reunión mantenida ayer en el Palacio de la Moncloa habría sido impensable, como reconocen en el Ejecutivo. Ahora, el deshielo entre el Gobierno de la Nación y la Generalitat de Cataluña es cada día más evidente. Soraya Sáenz de Santamaría y Oriol Junqueras lo escenificaron en una reunión en el despacho de la vicepresidenta en funciones, donde hablaron de los problemas «reales» de los catalanes, y dejaron aparcado el desafío independentista. Según el dirigente autonómico catalán, ambos saben que es imposible que se pongan de acuerdo sobre la unidad de España o la secesión de Cataluña, así que desde el primer minuto trataron asuntos mucho más prácticos para los catalanes.

La relación entre el Gobierno de Rajoy y el autonómico de Carles Puigdemont no tiene nada que ver con la que existía cuando Artur Mas era presidente de la Generalitat y la tensión rozaba el límite. En un ambiente de normalidad institucional, Junqueras llegó ayer a La Moncloa a la una de la tarde y durante una hora y cuarto repasó con la vicepresidenta asuntos como la ley de pobreza energética, el déficit público, la financiación autonómica y los conflictos de competencias abiertos entre ambas administraciones.

«Cordial y difícil»

En su comparecencia ante los medios, Junqueras calificó de «muy cordial y muy difícil» la reunión con la vicepresidenta. Sáenz de Santamaría explicó después que había sido «muy agradable» y que ambos tienen el propósito de «trabajar en un clima de máxima cooperación». «Tenemos una cosa en común, que son los catalanes, y un objetivo clave, que es servir a los ciudadanos», remarcó. «La meta política es ser útil a los ciudadanos», incidió Junqueras.

El vicepresidente autonómico reconoció ante la prensa que, «efectivamente», la percepción de que se ha producido un deshielo «es acertada». «Es evidente que es más fácil dialogar hoy que antes», comentó. Sáenz de Santamaría se resiste a hablar de «nueva etapa», pero sí reconoce que se ha abierto «un cauce de diálogo». Sin lanzar cohetes, espera que sea estable y constante, aunque sea a través del teléfono, «que sirve para resolver asuntos concretos».

Las líneas entre Madrid y Barcelona han quedado totalmente abiertas. Esa misma tarde, Junqueras habló con el ministro Montoro, en el Consejo de Política Fiscal , y además se apalabró un encuentro entre el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el consejero de esta área, Jordi Jané. Junqueras pidió la reactivación de la Junta de Seguridad, que hace siete años que no se reúne, pero el hecho de que el Gobierno esté en funciones lo dificulta.

Santamaría y Junqueras dedicaron buena parte de la reunión a tratar los conflictos que existen entre el Gobierno y la Generalitat en el Tribunal Constitucional: el primero ha planteado 32 recursos y conflictos de competencias y la segunda, 51. Hay una diferencia con el pasado reciente: ahora, el choque no se produce por una ley de corte secesionista, sino de contenido social, como es la ley de pobreza energética. El Consejo de Ministros decidirá hoy si lleva algunos puntos de esa ley al TC por invasión de competencias estatales. Santamaría explicó que el Ejecutivo no entra en el fondo del asunto, sino en «el reparto competencial».

El desafío independentista quedó así aparcado y cuando se preguntó a Junqueras si mantiene el compromiso de ejecutarlo en 18 meses, contestó: «Lo intentaremos».

ABC – 29/04/16